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El Barça se va de la Champions ante el PSG con la cabeza alta (1-1)

  • Lenglet volvió a cometer un penalti en el peor momento que Mbappé no desaprovechó

  • Messi hizo creer en la remontada con un golazo a los pocos minutos

  • Keylor Navas lo paró todo y también el penalti a Leo

El Barça no pudo alcanzar la remontada ante el PSG (1-1). Los de Koeman salieron a por todas y no les faltó actitud. Messi hizo creer en un momento, pero las opciones reales fueron pocas. El penalti de Lenglet fue un jarro de agua fría y Mbappé no dio opciones a Ter Stegen marcando en el minuto 30.

Los culés se sobrepusieron rápido y Messi con un zapatazo de casi 30 metros empató el encuentro en el 37. Tuvo la oportunidad de apretar más la eliminatoria, pero Keylor Navas le adivinó las intenciones en el penalti. El Barça mantuvo una actitud ganadora hasta el final, pero el esférico no quiso entrar. Esta vez dejó muy buena imagen en el terreno de juego que no se vio compensada con el resultado. El PSG supo aguantar las envestidas hasta el final saliendo victoriosos de los octavos de la Champions con un global de 5-2.

Keylor frenó el espíritu de remontada

Los de Ronald Koeman asediaron a un PSG que demostró ser un equipo mucho más vulnerable y accesible esta temporada de lo que logró sacar del Camp Nou en la ida, pero no llegaron los goles que hacían falta.

Los de Pochettino se encomendaron a Navas. Los desmarques de Dembélé fueron una constante pero el galo no acertó en el remate, con la más clara cerca de los 20 minutos. El Barça cogió carrerilla y Dest la tuvo también, mientras Messi no llegaba por centímetros a un pase de la muerte. Dos faltas seguidas de Mingueza a Mbappé dieron aire al PSG, con los primeros minutos en campo rival y el punto de fortuna en el penalti de Lenglet a Icardi.

El francés pisó sin querer al delantero y el árbitro lo revisó con el aviso del VAR. Mbappé convirtió un gol de amargura azulgrana si no fuera porque Messi quiso ser el rey en el Parque de los Príncipes. El argentino fusiló a la escuadra con su enésima demostración de grandeza en el 'Viejo Continente', pero la Champions no sonríe ni a Messi ni a los azulgranas en el último lustro.

El '10' tuvo el 1-2 en el descuento, un penalti de Kurzawa --a quien le pudo llegar la segunda amarilla-- sobre Griezmann, pero Navas sacó una pierna milagrosa. La decepción se fue con el Barça a vestuarios, tan cerca pero tan lejos, con tres goles aún en los deberes para al menos forzar la prórroga. El desgaste tampoco ayudó pero, a un ritmo inferior, el Barça siguió llegando.

El PSG renunció al ataque y lo hizo bien en defensa. Florenzi, Marquinhos o Diallo, siempre apareció una pierna al límite para truncar el tanto visitante. Alba percutió por banda izquierda, Junior --primer cambio a la media hora-- y Trincao por el otro lado, Messi y Pedri por todas partes, Busquets al primer palo en los saques de esquina y Dembélé y Griezmann buscando el desmarque.

Al argentino le pesó el penalti, otra decepción europea y quizá la última como culé si no le convence el presidente Joan Laporta de quedarse cuando termine la temporada. El capitán no acertó al remate en área pequeña, también por ese esfuerzo defensivo local. Navas detuvo la aparición de estrategia de 'Busi' y el PSG jugó con el paso favorable de los minutos para evitar otra remontada culé como aquel 6-1 de 2017. El Barça, a pensar en Liga y la final de Copa.