El Madrid remontó y goleó a la Real Sociedad y además pudo ensayar la remontada. En el bando contrario, el PSG perdió y dio una pésima imagen como equipo. Ancelotti podrá tomar nota del partido de Ligue 1 para saber dónde están las debilidades del rival que con la presión alta se ve ahogado y con dificultades para jugar.
El problema para el Madrid es que estará Kylian Mbappé, su peor pesadilla en la ida. Ante el Niza se perdió el partido por sanción, pero para la Champions llega descansado. El mejor jugador en este momento de los parisinos no estuvo y lo notaron.
Los blancos certificaron la recuperación de la pegada, un gran momento defensivo y la irrupción de un jugador como Eduardo Camavinga que tendrá protagonismo por las bajas.
Ante los problemas en un centro del campo sin Toni Kroos ni Fede Valverde, apareció Camavinga con un firme paso al frente con el que reivindica su valor. Solo había jugado una hora en todo el mes de febrero. De golpe 90 minutos, por cuarta vez en la temporada, que los aprovechó para meterse al madridismo en el bolsillo.
Su presencia fue clave para cumplir el deseo táctico de Ancelotti. No ocultó el técnico francés en los últimos partidos el giro que debía dar a la presión de su equipo, acomodado retrasando metros por las características de sus centrocampistas intocables, hasta quedar encerrado en el Parque de los Príncipes en su terreno y ni disparar a portería de PSG. Fue el momento en el que se encendieron las alarmas. El cambio era necesario.
Desde aquel encuentro, 'Carletto' ha insistido en los entrenamientos con ensayos tácticos de la presión. El resultado que le dejó satisfecho llegó ante la Real Sociedad, equipo al que desfiguró con presión alta, líneas unidas y el empuje de una figura como Camavinga que fue decisiva para robar en campo contrario. Hasta 67 recuperaciones, 97 duelos ganados.
No solo salió vencedor el joven centrocampista francés por su zurdazo lejano con el que igualaba el partido, su segundo tanto con el Real Madrid tras haberse estrenado el 12 de septiembre con gol ante el Celta de Vigo. Su demostración fue un mensaje de tranquilidad para la batalla europea que el Real Madrid afronta sin Casemiro y a la que tiene complicado llegar Kroos.
El Real Madrid necesitaba afinar puntería, recuperar la pegada perdida para aspirar a remontar la eliminatoria ante el PSG tras el 1-0 de París. No marcaba cuatro tantos en un partido desde hace dos meses, ante el Valencia, y llegaba de sufrir para encontrar el gol ante sus rivales, quedándose sin marcar en tres de sus seis últimos encuentros.
Encontró frescura Ancelotti con sus retoques al once. No solo la entrada de Camavinga, la presencia del brasileño Rodrygo en la banda derecha del tridente y un Vinícius muy activo, desequilibrando por la izquierda y recuperando protagonismo. Circulación rápida de balón, finalización de jugadas con 18 remates, ocho a puerta y cuatro goles. Una gran mejoría en el acierto rematador impulsado desde el regreso del referente Karim Benzema.