La crítica culé pone su foco en Koeman y su planteamiento ante el Bayern: "Es para echarlo"

Koeman ha protagonizo el foco del Barça en los últimos días por su “buena relación” con Laporta, pero donde le tocaba hablar al técnico era en el campo. Se estrenaba en Champions ante el Bayern, un rival del que no guardan muy buen recuerdo de su último enfrentamiento que tuvieron en Lisboa.

El neerlandés revolucionó su once y volvía a apostar por la defensa de tres con el regreso de Gerard Piqué para comenzar la zaga. En ataque sus dos únicos efectivos sanos, Memphis y Luuk de Jong, que jugaba su primer partido con el FC Barcelona.

Al comienzo del partido, el equipo blaugrana resistió el pulso de los alemanes y fue de tú a tú, pero esto solo duró 15 minutos. El Bayern comenzó a presionar y a meter al Barça en el área. Cuando recuperaban los balones la idea era correr para ver si aprovechaban algún error del rival.

Pero lo que predominaba en el ambiente es que era un equipo sin ideas, que no presionaban arriba para intentar meter en apuros al Bayern y sobre todo, y lo más preocupante, es que no hubo reacción después del gol de Müller que aunque fue de rebote era una consecuencia de estar tan metidos atrás y del agobio a los que le estaban sometiendo.

En el segundo tiempo la cosa no mejoró y el entrenador no cambió a jugadores hasta que no tuvo el 0-2 en el marcador. Fue aquí cuando los jóvenes entraron a escena y se vio algo más de carácter o por lo menos de ímpetu sobre el campo, pero ya nada de esto valía porque la imagen del equipo estaba ahí y además perdían jugando como Laporta le ha pedido que no jugara.

Todo esto hacía que las primeras críticas hacia el partido fueran dirigidas hacia Koeman y su planteamiento a los que mucho llamaron de "equipo pequeño".