Ousmane Dembélé se lesionaba el pasado 19 de junio y desde entonces estaba alejado de los terrenos de juego. Sergi Barjuan le incluía en la lista de convocados para el partido ante el Dinamo de Kiev y reapareció. El francés calentó en el descanso y entraba en el para intentar darle desequilibrio al Barça.
Entró en el minuto 65 por Gavi y portando nuevo dorsal, el 7. El galo se situó en la banda derecha y desde allí explotó su velocidad para intentar descolocar a la defensa ucraniana. El efecto Dembélé se noto y el equipo comenzó a jugar con más ritmo y con él en el terreno de juego llegó el gol de Ansu Fati. Las sensaciones que dejó sobre el césped fueron buenas y poco a poco se espera que su relevancia con el equipo vaya aumentando.
Su regreso coincide con una aproximación a la renovación. A lo largo de estos meses se ha hablado mucho del tema y desde el club temían que les hiciera la jugada de aguantar sin hacerlo para marcharse gratis. Esto ha dado un giro ya que el jugador ha pedido a sus agentes que se sienten a hablar con la institución culé.
De momento no hay acuerdo cerrado, pero las impresiones hasta el momento son buenas y están llegando a buenos términos en donde ambas partes salen contentos. La idea del Barcelona es que renueve por tres temporada más por lo que estaría vinculado al club hasta 2025.
Su sueldo sería algo más bajo que en la actualidad, pero con varios objetivos por temporadas que podrían aumentar sus ingresos sobre todo si consigue la regularidad sobre el terreno de juego. El Barça al ver las continuas lesiones le podría poner una serie de variables basada en este asunto.
El conjunto blaugrana le ha transmitido que quieren seguir contando con él en su proyecto y el jugador también le ha asegurado que está muy a gusto y que quieren seguir vinculados a pesar de las continuas ofertas que llegan desde la Premier