Hay una regla no escrita en el fútbol que dice que el futbolista que consigue marcar tres goles en un partido se lleva a su casa el balón. Es un recuerdo que se guarda con las firmas y dedicatorias de todos los compañeros de vestuario que participan en ese duelo.
Benzema se ‘comió’ al Chelsea en Stamford Bridge con tres golazos y cumplió a medias con la tradición. El francés metió en la maleta el esférico de la Champions pero sin las firmas de sus compañeros.
El delantero, capitán dentro y fuera del césped, les pidió retrasar la celebración hasta dentro de una semana, cuando el Real Madrid certifique la eliminación del Chelsea en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.
Benzema, ‘viejo perro’ del fútbol, no ha querido hacer excesivas euforias en el vestuario londinense consciente que aún quedan 90 minutos de eliminatoria y todo puede pasar en la Champions. Los más jóvenes del vestuario alucinaron ante la frialdad de Karim en un momento donde ellos estarían fuera de sí. Benzema es especial y sabe mucho de fútbol.