El recibimiento del Real Madrid a Anfield fue hostil. Varios aficionados del Liverpool esperaron en la entrada al autobús de los blancos y le lanzaron piedras. El vehículo donde iban los jugadores quedó dañado y las imágenes de después así lo mostraban. Se rompieron algunos de los cristales tras los impactos.
El estadio no contará con los aficionados para animar a su equipo por lo que han querido hacer ruido antes del encuentro. El Madrid no se ha pronunciado al respecto y se desconoce si ha habido daños personales.