Los momentos de tensión en el fútbol puede dar lugar a acciones desafortunadas. Los enfrentamientos o piques entre rivales son habitual, pero no lo es tanto que se den entre propios compañeros. Eso es lo que sucedió en el partido de Champions entre el Inter de Milan y el Oporto.
Onana y Dzeko protagonizaron unas imágenes que seguro que no han gustado al club italiano. El portero empezó a recriminarle algo al delantero desde la distancia y su compañero intentó poner paz y hacer que se callara.
"¿La pelea con Dzeko? Aspectos relacionados con el partido, cada uno tiene derecho a decir lo que piensa. Es la adrenalina del campo si nos enfadamos", dijo Onana tras el partido en Sky.
Romelu Lukaku apareció cuando más le necesitaba su equipo. Cuando el empate ante el Oporto era lo más probable, emergió la versión de ese ariete belga que fue la estrella del Inter hace no tanto. Con un gol clave en San Siro, el belga tumbó al Oporto (1-0) y acercó los cuartos de final al Inter.
Comenzó en San Siro un partido lleno de incertidumbre, de miedos y de respeto. Tanto al rival como a la competición. Inzaghi y Conceincao fueron los únicos que regalaron una sonrisa antes de término de los noventa minutos y fue en el saludo previo, en un reencuentro entre dos excompañeros en aquel Lazio que ganó el 'Scudetto' en el 2000.
Para esto recuperó el Inter a Lukaku. Para las grandes ocasiones, para los momentos difíciles. Un delantero que apareciera cuando se le necesitaba. No había podido demostrarlo hasta ahora el belga, mermado por las lesiones, pero eligió el mejor escenario para reivindicarse, acercando a los suyos a unos cuartos que no disfrutan desde hace ya doce años.