Ver fallar estrepitosamente a un portero del nivel de Courtois o Alisson es prácticamente imposible, pero que ya fallen en el mismo partido y con poco más de media hora se diferencia, es digno de una entrega de Cuarto Milenio. Los dos guardametas erraron en la remontada del Real Madrid ante el Liverpool y mucho apuntan a que fue culpa del 'fantasma de Karius'.
Loris Karius jugó su último partido en Anfield un 13 de mayo de 2018. Trece días antes de la fatídica final que hizo que todo el mundo le conociera. Dos errores, uno ante Karim Benzema y otro ante Gareth Bale terminaron con su carrera al más alto nivel. Cinco años después de aquella noche de Kiev, el alemán, en forma de fantasma, se dio un paseo por las dos áreas de Anfield.
Karius apareció primero en el minuto catorce. Courtois, héroe indiscutible en la final de París el año pasado, recibió un pase de Carvajal y en dos toques cometió uno de los mayores fallos de su carrera en el Real Madrid. Un primer contacto nervioso y un segundo desplazamiento con la rodilla que entregó el esférico a placer a Mohamed Salah.
El belga sería amenazado a partir de entonces por cada aficionado del Liverpool, que le clavaría silbidos en cada pelota que tocara. Risas, burlas y gritos con la única intención de poner nervioso al mejor portero del mundo. Courtois iba 2-0 abajo en su renta personal y por primera vez era el verdadero culpable de un gol.
La presión sobre él era inmensa, pero el fútbol, que en su lógica surrealista a veces entiende de karma, correspondió con una carcajada de maldad al Liverpool.
Después de un golazo de Vinícius, Alisson recogió una cesión de Joe Gomez. El brasileño se confió. No en vano, esta clase de errores no pasan casi nunca. Despejó, el rebote golpeó en Vinícius y el brasileño se dirigió hacia el córner mientras la bola entraba cómodamente en la portería.