Vinicuis Jr está pasando sus vacaciones en una villa de Ibiza que está compartiendo con sus amigos de la infancia y algunos familiares. Ahora bien, el delantero del Real Madrid no está descansando demasiado, pues trabaja muy duro para empezar la pretemporada en el mejor estado de forma posible.
El jugador blanco se planifica sus vacaciones de una manera muy simple, pero organizada: los primeros 15 días los dedica al descanso y a viajar, pero en los otros 15 restantes prioriza por completo su preparación física, también a nivel nutricional.
Para ello, se rodea de personas que le ayudan a conseguir sus objetivos: el preparador físico, Thiago Lobo, que también ejerce como fisioterapeuta del delantero, y un chef francés profesional.
Las normas dentro de la villa son muy exigentes, pero es gracias a éstas que Vinicius a conseguido convertirse en una de las claves de la delantera del conjunto blanco. Cuando el delantero entrena, también lo hacen el resto de sus amigos, a pesar de no ser deportistas de élite.
En total, cuatro horas seguidas de rigurosos ejercicios físicos, que le asegurarán al brasileño un inicio de pretemporada brillante. Además, las fiestas quedan terminantemente prohibidas.
Thiago Lobo es un preparador físico y fisioterapeuta brasileño que entró en la escena futbolística en 2002, cuando ficho por el Santos. Estuvo en el club hasta 2016, hasta que decidió emprender una aventura a Europa, acompañando a Gabriel Barbosa al Inter de Milán.
Para Lodo, lo importante no es el dinero, sino el impacto que puede lograr tener en la salud de los jugadores: “No es por el dinero, sino por la oportunidad de trabajar, también lo es por la salud del jugador y por lo que puede suponer en el futuro”, asegura.
Para obtener el máximo rendimiento posible de los jugadores a los que entrena, es fundamental para él coordinarse con el cuerpo técnico del club en el que juegan.