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Christophe Bassons, sobre el dopaje en el ciclismo: “Ganaría credibilidad si los corredores dijeran qué ponen en sus cuerpos”

Christophe Bassons ha hablado alto y claro sobre la sombra que siempre persigue al ciclismo: el dopaje. Este tema le costó a él su carrera profesional y años más tardes vuelve a señalar la lacra que a diario persigue a este deporte.

“Todo el mundo sigue viviendo en una gran mentira. Hoy en día el apoyo médico es mucho más extenso, por lo que puedes conducir casi al mismo nivel que las personas dopadas. Pero este apoyo médico me asusta casi más que el dopaje", dijo el ciclista francés en una entrevista al medio sueddeutsche.de.

Contó cómo se dopaba. "Entre una pequeña dosis terapéutica de EPO o de 20 a 30 tabletas al día para correr un Tour de Francia, piense por un momento cuál de estos es más peligroso. El ciclismo ganaría una enorme credibilidad si los corredores dijeran exactamente qué ponen en sus cuerpos a qué hora cada día".

Además de meterle todas estas sustancias al cuerpo se tienen que enfrentar a la presión que supone estar en la élite del ciclismo, algo que Christophe Bassons asegura que es brutal. "La presión psicológica es monstruosa". La muestra para él es que apenas ve sonreír a ciclistas encima de la bici.

Los dos contratos vinculados al dopaje

El exciclista narra que el dopaje era tan importante que su contrato dependía de ello. Le ofrecieron dos, uno por si accedía a doparse y otro por si iba limpio. Si accedía a meterse sustancias el sueldo era mucho mayor.

"Estuve años sin hablarme con nadie en el pelotón, ni siquiera entre los que fueron mis compañeros. Me llegaron a ofrecer 40.000 euros al mes si me dopaba con EPO, 10 veces más de lo que ganaba, pero no lo lograron", recuerda.

La presión para que accediera a doparse era brutal e incluso lo intentaron con prostitutas. "Me llevaban mujeres al hotel para que engañara a mi esposa. Intentaron que hiciera cosas prohibidas, pero nunca me rendí. Intentaron poder acusarme, pero no me pudieron pillar en nada". Esto que relata sucedió hace muchos años, pero asegura que no ha cambiado el ciclismo desde entonces.