Siempre nos gusta recalcar que el deporte es bueno para la salud, pero como todo en la vida, en el momento que esto se convierte en una obsesión para obtener un gran estado físico y que te trastoca otros aspectos de tu vida social ya la cosa cambia y dejar de ser saludable para convertirse en un trastorno mental.
Esto es precisamente la vigorexia. Es un trastorno mental que se caracteriza por obsesionarte de manera enfermiza por tu estado físico. La persona que lo sufra llega a tener una realidad distorsionada de su cuerpo en la que nunca llega a verse bien y no ven grandes músculos. Esto es precisamente lo que busca, un cuerpo voluminoso para no verse delgadito.
Este tipo de enfermedad llega a apartarte de tu vida social ya que crees que debes dedicarle todo el tiempo a trabajar tu cuerpo y realizar actividades físicas extremas para conseguir tus objetivos. No solo repercute en el deporte, sino que tus hábitos alimenticios también serán transformados. En muchas ocasiones se da que los afectados llegan a ingerir una cantidad descontrolada de proteínas, de anabolizantes y esteroides. Esto puede tener consecuencias muy graves para nuestro organismo.
Está relacionada con el trastorno obsesivo-compulsivo ya que las personas que lo sufren llegan a buscar a toda costa ‘el cuerpo perfecto’.
Cada persona es un mundo y puede tener y afrontarlo de diferente manera, pero hay unos patrones de conducta que se repiten en la mayoría de los casos y son los siguientes:
Si tienes una preocupación desmesurada por su cuerpo. Esto puede hacer que diariamente te midas el peso, el estado de los músculos o la cantidad de grasa.
Ser dependiente del ejercicio físico.
Tener una imagen que no se corresponde con la realidad y por tanto distorsionada de tu cuerpo.
Estar obsesionado con la alimentación hasta el punto que dejes de salir a comer y hacer planes fuera de casa por evitar que superen esos límites que están en su cabeza.
Tener en mente que el fin justifica los medios y estar dispuesto a hacer lo que sea para que tu estado físico mejore.
Otros elementos que dan cuenta de esta enfermedad es presentar una autoestima baja, tener una tendencia a mirarse al espejo frecuentemente o presentar una sensación de fatiga debido a ese excesivo sobreesfuerzo.
Esta patología no es ninguna tontería y que es simplemente hacer más ejercicio de la cuenta. Esto puede conllevarte problemas de salud muy serios como puede ser enfermedades renales, problemas cardíacos
Esto en cuanto a problemas físicos, pero hemos señalado antes que este tipo de personas llegan a quedarse solas y sin tener vida social, cuando se dan cuenta de ello es frecuente que aparezca la depresión. El 58% de las personas que son vigoréxicas presentan síntomas depresivos.
Los objetivos principales cuando una persona con vigorexia se pone en manos de profesionales serán que estas cambien su percepción de sí mismas, refuercen su autoestima, luchar contra ese perfeccionismo que solo está en su cabeza, hacer que recuperen o mejoren sus relaciones sociales de donde se ha ido apartando poco a poco, intentar hacerle ver que hay otras actividades que le pueden aportar cosas buenas y no solo el deporte y hacer que su estado de ánimo se equilibre.
Con esto en la mente lo que se hará en los casos más graves es recurrir a los fármacos si así lo necesitasen. En otros lo que se realiza en una terapia psicológica en donde se trabajan todos esos aspectos que hemos comentado anteriormente para cambiar esa forma de vida que es de todo menos saludable.