Hacer deporte es bueno para la salud. Tiene numerosos beneficios que a la larga se ven recompensados, pero hay que tener algo en cuenta. Cuando se practica ejercicio el riesgo de sufrir lesiones aumenta, pero compensa correrlos.
Si todavía no estás en esta vorágine deportiva tienes que tener en cuenta que tu cuerpo no está preparado para una carga intensa de primeras. Por lo que se recomienda que antes de empezar lo primero que deberás hacer es hacer un reconocimiento médico para saber del punto en el que partes y una vez tengas los resultados comenzar poco a poco. Tus articulaciones y músculos se deberán de ir acostumbrando a medida que vaya pasando el tiempo y en estos momentos deberás tener mucho cuidado por el riesgo de lesión aumentará.
Si eres un asiduo en el deporte lo que es recomendable para que las articulaciones o sufran tanto es que combines ejercicios aeróbicos con actividades de fuerza para que así consigas mejorar el tono y la resistencia de los tendones y ligamentos. De esta manera hace que se fortalezcan las articulaciones.
Estirar y calentar antes de practicar ejercicios es esencial en general, pero para esto en particular será mucho más. Las articulaciones se van a encargar de la movilidad y si comienzas en frío el riesgo de lesionarte aumentará exponencialmente.
Hay ciertos deportes como el running o trail running que son de alto impacto y esto repercute directamente en las articulaciones. Lo que deberás hacer es reforzar las diferentes zonas que estén implicadas con otros ejercicios para que estas no sufran tanto. También es importante que la postura o la posición mientras lo realizas sea la adecuada porque una mala ejecución prolongada y repetida en el tiempo te llevará posiblemente a padecer alguna dolencia.
Es importante que cuando hagas deporte lo realices con el calzado adecuado. Si no tienen una buena amortiguación o cuentan con las características necesarias para cada práctica deportiva, las articulaciones serán las que sufran las consecuencias.
Si corres con frecuencia y quieres evitar tanto impacto en tus rodillas, combina estas sesiones con natación. Con la suspensión en el agua los músculos y las articulaciones no sufren tanto y podrás seguir haciendo deporte igualmente.
Si tus rutinas implican cargas importantes de peso, intenta que esta sea ajustada lo máximo posible a tu resistencia. De esta manera harás que tu cuerpo no sufra un sobresfuerzo innecesario. No intentes hacerte el fuerte.
Si ya sabes que padeces de esta dolencia y que aparece con frecuencia y te gusta practicar deporte, no te preocupes porque tienes un montón de alternativas. Hay algunos de ellos en los que no se producen impactos o es mucho menor como puede ser correr con los que podrás seguir manteniéndote en forma.
- Ciclismo: este será un buen deporte para aquellos que sufren problemas en las rodillas. El peso de tu cuerpo recaerá sobre los pedales por lo que hay ausencia total de impacto. En caso de sufrir problemas de espaldas no se recomienda porque la postura de tener que agachar el tronco para coger el manillar no será muy adecuada para esas dolencias. Todo va a depender de las patologías o dolores que cada persona tenga, por lo que es conveniente consultar a un profesional, antes que nada.
- Natación: este es una práctica muy completa, tanto el tren superior como el inferior estarán implicados y además es anaeróbico por lo que reforzarás tu resistencia.
- Yoga: Con esto podrás fortalecer los músculos que están alrededor de las articulaciones sin que el cuerpo sufra apenas impactos.
- Remo: hay máquinas en los gimnasios que actúan como simuladores o lo puedes hacer directamente en el agua. Al estar sentado las articulaciones no van a sufrir colisiones y será un buen ejercicio aeróbico y para trabajar todo el tren inferior.