Los Lakers meten la directa ante Miami y se quedan a un solo partido de ganar el anillo (102-96)

Los Ángeles Lakers podrán el próximo viernes añadir un nuevo anillo de la NBA a su palmarés. El conjunto angelino, que lleva más de diez años sin ganar un título, se deshizo en la madrugada de este miércoles de Miami por 102 a 96. Lebron James y Anthony Davis lideraron a su equipo en un encuentro muy igualado que se decidió en el último minuto del último cuarto.

Miami empezó dominando el partido gracias a otra buena actuación de Butler y a un Adebayo, que volvía a las finales tras perderse los dos últimos encuentros por lesión. Con Lebron James y Anthony Davis apagados, los suplentes de los Lakers fueron los encargados de sostener al equipo angelino en el marcador.

Los tres primeros cuartos fueron muy igualados

El segundo cuarto estuvo de nuevo muy repartido. Miami consiguió anular a Anthony Davis con una excelente defensa, pero sin embargo, los de Spoelstra no supieron traducir esa buena defensa en un buen ataque, y estuvieron desacertados en el tiro antes del descanso.

Tras la vuelta de vestuarios, Lebron James volvió a vestirse de 'rey' para liderar a su equipo. Buenos puntos para iniciar el despegue de unos Lakers que seguían muy bien defendidos por los jugadores de Miami, lo que hizo que el encuentro llegara al último cuarto con máxima igualdad.

Lebron James y Anthony Davis hicieron suyo el último cuarto

El último acto fue una oda al baloncesto. Tiros anotadores por parte de ambos equipo y también buenas jugadas en defensa. Pero Miami ya no pudo evitar el partidazo de Lebron James, que se erigió en el último cuarto como el MVP del partido. Anthony Davis despertó de su letargo para con un triple y un tapón en los últimos instantes, decantar el igualado partido a favor de los Lakers.

En la madrugada del próximo viernes, Los Lakers tendrán la oportunidad de sumar un nuevo anillo a su exitoso palmarés. Podrán proclamarse campeones en la temporada más difícil que se recuerda en la NBA y que empezó con el fallecimiento de Kobe Bryant, que dejó muy tocada a toda la comunidad de los Lakers.