Pau Gasol ha vivido una de las noches más mágicas y emotivas de su carrera deportiva, y seguramente también de su vida. El exjugador de los Lakers no pudo contener las lágrimas al ver aparecer su camiseta en lo más alto del Staples Center y justo al lado de las dos remeras que llevó en su día la leyenda, y amigo persona suyo, Kobe Bryant.
Con traje negro y luciendo sus dos anillos de campeón en los dedos, Pau Gasol acaparó las miradas de todos los fans desde su entrada al pabellón entre el primer y el segundo cuarto del partido entre Lakers y los Memphis Grizzlies (el otro gran equipo del ala-pívot durante su extraordinaria trayectoria en la NBA).
Con su hija en brazos, Gasol agradeció, sin poder evitar las lágrimas, la enorme ovación de una grada en la que cada fan había recibido una camiseta con el nombre y el número del catalán. Los aplausos se repitieron en varias ocasiones con los vídeos de reconocimiento a Gasol (sobre todo uno muy especial del entrenador Phil Jackson).
Pero el homenaje como tal tuvo lugar en el descanso. El acto empezó con un vídeo de Vanessa Bryant, viuda de Kobe Bryant y quien presentó a Gasol elogiando su calidad humana "como compañero, como hombre y como amigo".
A continuación, las pantallas del estadio mostraron una entrevista de 2018 de Bryant, con el corresponsal de Efe en Los Ángeles Antonio Martín, en la que el escolta exigía rotundamente que el dorsal de Gasol fuera retirado por los Lakers.
"No hay debate alguno. Cuando se retire, tendrá su número en lo alto del pabellón. La realidad es que no habríamos ganado esos dos títulos sin él. Nosotros lo sabemos, todos lo sabemos", aseguró entonces Kobe. Una vez descubierta la camiseta en lo más alto del estadio,Gasol, "abrumado" por el homenaje y totalmente conmovido, dio las gracias a todos los presentes pero también se acordó de "la persona y la cara" que lamentablemente no veía en el estadio.
"Te echo mucho de menos, de verdad", dijo entre gritos de "Kobe, Kobe" en el pabellón.