Nadie se quería perder el partido de los Oklahoma City Thunder contra Los Angeles Lakers. Era uno de los partidos en donde LeBron James podría batir el récord de ser el mayor anotador de la historia de la NBA y así fue al superar a Abdul-Jammar con 38.388 puntos.
Su familia y seres más queridos estaban en la grada expectantes y también personalidades del mundo del baloncesto y de la música como el caso de Bad Bunny. El cantante puertorriqueño fue uno de los que tuvo el privilegio de felicitar en primera persona y en la cancha al jugador de los Lakers y para él no hay dudas de quién es el mejor.
"La cabra", le dijo Bad Bunny. Se utiliza esta expresión en el mundo del deporte para referirse a 'el mejor de todos los tiempos' o también se utiliza la abreviatura GOAT, en inglés, 'Greatest Of All Time'.
Continuarán las discusiones sobre si el mejor de todos los tiempos es LeBron o Michael Jordan en un debate en el que ninguno de los dos bandos dará su brazo a torcer. Pero superar la legendaria marca de puntos totales de Kareem Abdul-Jabbar, vigente desde 1989, le garantiza a LeBron un lugar en la eternidad de la NBA.
En un deporte como el baloncesto obsesionado con las estadísticas, dos marcas históricas parecían casi inalcanzables: los 100 puntos de Wilt Chamberlain en un solo partido y el récord de 38.387 puntos acumulado por Abdul-Jabbar.
Todo apunta que en el algún momento caerá el registro de Chamberlain -especialmente con la explosión ofensiva de la NBA en los últimos años-, pero para destronar a Abdul-Jabbar hacía falta no solo un día perfecto sino una carrera mayúscula y al alcance exclusivamente de los tocados por los dioses.