Kyrie Irving ha puesto patas arriba la NBA con su decisión de salir de los Nets. Durante la semana pasada, varias franquicias intentaron el fichaje del estadounidense y finalmente han sido los Dallas Mavericks de Luka Doncic quienes se han llevado el gato al agua. Un fichaje que catapulta a los texanos hacia la lista de aspirantes al anillo de esta temporada.
Irving pidió el pasado viernes ser traspasado antes del cierre del mercado de fichajes de la NBA, fijado el próximo 9 de febrero, y los Nets han formalizado un acuerdo con los Mavericks que incluye unas elecciones de primera y segunda ronda en el draft de 2029 y el traspaso de dos jugadores. El base, que se encuentra en el último año de su contrato y cobra 37 millones de dólares por temporada, no compitió este sábado en el partido de los Nets contra los Wizards, en medio de las negociaciones por su salida, aunque la razón oficial fue unas molestias en una pantorrilla.
Irving está promediando este año 27,1 puntos, 5,1 rebotes y 5,3 asistencias por encuentro. A sus 30 años, Irving se prepara para poner fin a su paso por los Nets, a los que llegó en 2019 para abrir un ambicioso proyecto deportivo que incluiría a Kevin Durant y a James Harden. Entre lesiones y falta de continuidad, las ambiciones de ese proyecto se quedaron muy lejos de la realidad.
En total, el trío formado por Durant-Harden-Irving solo compartió la pista en 16 partidos y en sus únicas eliminatorias fueron derrotados en las semifinales del Este de 2021 por los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo. Campeón de la NBA en 2016 con los Cleveland Cavaliers de LeBron James, la trayectoria del 8 veces All-Star ha estado marcada fuera de las pistas por importantes controversias como, por ejemplo, su negativa a vacunarse contra el coronavirus o su promoción de una película antisemita.