La mayoría de los aficionados al deporte conoce a los Harlem Globetrotters por sus habilidades y divertidas jugadas en una cancha de baloncesto, algo más parecido a un espectáculo circense que a un equipo competitivo. No obstante, detrás de todo espectáculo de los Harlem Globetrotters hay un rico pasado lleno de jugadores con talento y competitividad, partidos históricos y popularidad a nivel global.
La historia de los Harlem Globetrotters se inicia hace casi un siglo, a casi 1.300 kilómetros del neoyorquino barrio que les da nombre. En 1926, un grupo de exjugadores de baloncesto de la Escuela Secundaria Wendell Phillips de Chicago se reunieron para jugar en el equipo de baloncesto de la Giles Post American Legion, que se extendió por todo el Medio Oeste.
Al año siguiente, el equipo se dio a conocer como los "Cinco Grandes de Savoy" y disputaban partidos como entretenimiento previo a las veladas musicales de la sala de baile Savoy, en Chicago. La idea de combinar noches de baile con baloncesto no terminó de funcionar y, tras su desintegración, varios jugadores formaron un nuevo equipo que empezó a jugar partidos fuera de Chicago y del estado de Illinois.
Abe Saperstein se convirtió en el gerente de los recién formados Globetrotters. Saperstein fue el encargado de rebautizar al equipo como los New York Harlem Globetrotters, con el convencimiento de que el nombre haría que el equipo fuera más atractivo en Illinois y Iowa al dar la impresión de que habían viajado desde lejos para estar allí.
Saperstein también pensó que añadir Harlem al nombre del equipo ayudaría a anunciarlo como un equipo de baloncesto de jugadores de raza negra en el apogeo del renacimiento de Harlem. Hasta 1968 el equipo no jugó un partido en Harlem.
Aunque ahora son especialmente conocidos por sus bromas y habilidades en la cancha, los Globetrotters jugaban partidos "serios" en sus inicios. De hecho, disputaron el campeonato nacional en varias ocasiones, con un índice de victorias muy elevado. Los Globetrotters no empezaron a incorporar sus trucos hasta finales de los años 30, pero eso no quitaba que siguieran siendo un equipo de lo más competitivo. Como ejemplo, en 1948, los Globetrotters sorprendieron al mundo del baloncesto al derrotar a los Minneapolis Lakers, campeones de la Liga Nacional de Baloncesto, formada sólo por jugadores blancos, precursora de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA). El año siguiente lo hicieron de nuevo.
Los Globetrotters han tenido un papel decisivo en la lucha contra el racismo en los Estados Unidos. De hecho, el primer jugador afroamericano que firmó un contrato con un equipo de la NBA, los New York Knicks, fue Nat 'Sweetwater' Clifton, que se había dado a conocer en el equipo de los Harlem.
Clifton sería el primero de una colección de grandísimos jugadores de la NBA que han jugado, más o menos tiempo, en la plantilla de los Harlem Globetrotters. El más destacado de ellos es Wilt Chamberlain, un pívot de 2,16 metros que es historia de la gran liga americana. Jugó en los Philadelphia/San Francisco Warriors, los Philadelphia 76ers y Los Angeles Lakers y ganó 2 campeonatos de la NBA, cuatro premios MVP (jugador más valioso de la competición) y su número, el 13, está retirado en las tres franquicias para las que jugó. Sus estadísticas son demoledoras: 30 puntos, 22 rebotes y 4,4 asistencias por partido en toda su carrera.
Las exhibiciones por los Estados Unidos, donde hacían disfrutar al público con una mezcla de baloncesto, humor y espectáculo, se les quedaron cortas y los Harlem Globetrotters realizaron su primer viaje transatlántico en 1950 a Portugal, un hecho que abrió la puerta a los viajes internacionales del equipo, que ha viajado por todo el planeta desde entonces. De hecho, los viajes internacionales aumentaron el conocimiento y la popularidad del baloncesto en determinados países y mejoraron la imagen de los Estados Unidos más allá de sus fronteras, sobre todo en la época de la Guerra Fría.
Al igual que su valor como integrador racial, los Globetrotters también han dejado su impronta en la lucha feminista. La medallista de oro olímpica Lynette Woodard se convirtió en 1985 en la primera mujer en jugar para el equipo y, desde entonces, han sido más de una docena las representantes femeninas que han jugado, de igual a igual, con los jugadores masculinos.
Los Globetrotters, como buen espectáculo de entretenimiento, han sido capaces de traspasar los límites de la cancha y han protagonizado dos películas de Hollywood, han aparecido en múltiples series de dibujos animados (algunas protagonizadas por ellos mismos) y han tenido su propio programa de acción en directo. En reconocimiento a este papel, los Harlem Globetrotters recibieron una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1982.
En la actualidad, siguen realizando giras por todo el mundo y entreteniendo a pequeños y mayores con sus habilidades y trucos, al mismo tiempo que participan en cientos de iniciativas solidarias. Los Harlem Globetrotters son historia y lo seguirán siendo gracias a su compromiso con los demás y son, junto a la NBA, el mejor embajador del baloncesto estadounidense por todo el mundo.