Son imágenes que se ven muy poco, pero que son reflejo de la realidad. Antonella González ha dado la vuelta al mundo y esta vez no por lo que ha hecho dentro de la cancha. Ha crecido entre bolones de baloncesto. Su madre era entrenadora de quipo femenino del Club Tomás de Rocamora y ella creció rodeada de este deporte.
Ahora ella ha querido continuar con esto y su imagen en la que aparecía amamantando a su bebé de 11 se hacía viral para sorpresa de ella misma. “Mi madre también nos dio la teta en una cancha s dio la teta en una canchade baloncesto. Para nosotras es algo natural. Por eso me cuesta entender la dimensión que ha tenido esto. Pero bienvenida sea la circunstancia para visibilizar nuestra condición de madres, para acercarnos al profesionalismo y para tener unas condiciones más igualitarias con respecto a los hombres”, decía Antonella en una entrevista a ‘El País’.
Aunque ella no esperaba este fenómeno ahora está contenta de que este simple hecho sirva para dar visibilidad a la realidad de muchas madres. “Ojalá haya muchas madres más en las canchas. Cuánto tenemos que crecer aún para que esto deje de impactarnos”.
El equipo que entrenaba su madre, el Rocamora, es en el que actualmente está ella. “Tengo la suerte de estar en mi club de toda la vida y todo es muy familiar. La entrenadora ahora es mi hermana y todas me ayudan mucho. Madi puede estar conmigo en estas burbujas que tenemos porque han ampliado el cupo del equipo para poder contar siempre con algún acompañante que me ayude con la niña. Cuentan casi con una pequeña jugadora más”.
Comentaba que no es habitual que ella dé el pecho a la niña en pleno partido, pero ella con mucha naturalidad ha explicado el motivo de esto. “Normalmente, doy de comer a la niña camino del pabellón y, después, puedo estar tranquila. En esta ocasión, le di de una sola mama y, a mitad del partido, casi recurrimos la una a la otra. Ella tenía hambre, estaba inquieta, tenía calor… y yo tenía la mama muy cargada. tenía la mama muy cargada.Así que era el momento”.
“Lo disfruté muchísimo. Estaba con las pulsaciones a mil y con ella pisé tierra. Bajé las revoluciones. Perdía un ratito de juego, pero ganaba mucho más. Me tocaba ser madre antes que deportista. Esto es la vida. Que todas las madres sientan que se puede. Yo les digo que se animen. La vida y el deporte se ven diferentes después de la maternidad”.
Ha aprovecha esta entrevista para denunciar la situación precaria del baloncesto femenino en Argentina y de la escasez de derecho que tienen las mujeres. “Hace unos días hablamos con unos diputados de aquí de Entre Ríos para ver cómo se podría legislar para que el embarazo tenga la cobertura de los clubes o del Estado, igual que ocurre en otros trabajos o en circunstancias como las lesiones. Las madres deportistas no pueden quedar en la nada. Hay mucho camino por mejorar”.
“En mi caso, me quedé embarazada al término de la pasada liga, fue deseado y planificado. La pandemia alargó los tiempos y me pude organizar con mayor progresividad. Estuve seis o siete meses dedicada a mi hija y después comencé a entrenar para incorporarme al equipo. En diciembre, ya comenzamos a planificar la liga a tope”.