Astrónomos han sido testigos, por primera vez, de un raro evento dinámico que presagia la muerte de una estrella gigante roja, hallazgo que refuerza las predicciones sobre el desenlace final de nuestro Sol.
Meridith Joyce, astrónoma la Universidad Nacional de Australia (ANU), co-dirigió el estudio centrado en la estrella T Ursae Minoris (T UMi), que fue similar al Sol, y que ha sido publicado en The Astrophysical Journal.
Los hallazgos respaldan la predicción de que nuestro Sol se convertirá en una gigante roja y luego en una cáscara de gas en forma de anillo que se expandirá y brillará en cinco mil millones de años, dejando una pequeña enana blanca como remanente, afirmó Joyce.
"Se volverá mucho más grande a medida que se acerque a la muerte (se comerá a Venus, Mercurio y posiblemente la Tierra en el proceso) antes de encogerse para convertirse en una enana blanca", dijo en un comunicado.
T UMi nació hace unos 1.200 millones de años, con una masa aproximadamente el doble que la de nuestro Sol, en la constelación de Osa Menor, a más de 3.000 años luz de la Tierra.
El equipo descubrió que durante los últimos millones de años, durante su última etapa de la vida antes de su última transición a una enana blanca, T UMi ha estado experimentando una serie de pulsos, en los que su tamaño, brillo y temperatura han fluctuado enormemente.
El equipo ha observado que la estrella ha disminuido en tamaño, brillo y temperatura en los últimos 30 años. "Creemos que la estrella está ingresando en uno de sus últimos pulsos restantes, y esperamos verla expandirse nuevamente en nuestras vidas. La estrella eventualmente se convertirá en una enana blanca en unos pocos cientos de miles de años", dijo Joyce.
"Tanto los astrónomos aficionados como los profesionales continuarán observando la evolución de la estrella en las próximas décadas, lo que proporcionará una prueba directa de nuestras predicciones dentro de los próximos 30 a 50 años".