La violencia callejera en Barcelona, que se ha prolongado de forma inesperada desde el día de la dentención y encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, ha traspasado todos los límites durante este fin de semana.
Después de una manifestación a la que asistieron unas 3000 personas – con el riesgo de covid que eso conlleva -, comenzaron unos disturbios extremadamente violentos, en el que un grupo de manifestantes lanzaron un cóctel molotov e incendiaron un furgón incendiaron un furgón de la Guardia Urbana, con un agente dentro del vehículo.
Como bien ha apuntado el portavoz sindical de los Mossos d’ Esquadra, Toni Castejón, este acto vandálico “no acabó en tragedia porque Dios no lo quiso”, pues el agente que estaba dentro del furgón cuando éste empezó a incendiarse pudo salir por su propio pie por la puerta del copiloto. Hoy en ‘Cuatro al día’ hemos sabido que este guardia se encuentra bien “después del susto que pasó” y que, al día siguiente, se reincorporó a su puesto con normalidad.
Toni Castejón ha catalogado estos últimos disturbios como auténtico "terrorismo urbano" y ha anunciado que las ocho detenciones que han tenido lugar en Barcelona tras el registro de varias naves okupas, "son las primeras de muchas detenciones" que van a producirse en los próximos días.