Durante el estado de alarma que abarcó los meses entre marzo y junio, hubo multas para quienes lo incumplieron. Deportistas, montañeros e, incluso, el expresidente Mariano Rajoy, se saltaron el confinamiento y salieron a hacer ejercicio cuando estaba prohibido. Hubo más de un millón de propuestas de sanción ¿pero qué ha pasado con ellas?
Los despachos de abogados han logrado tumbar la mayor parte de las multas por la vía administrativa, un total de 3 de cada 4, el 75 por ciento. Los denunciados están ganando porque el Gobierno no creó un régimen específico para sancionar cuando decretó el estado de alarma. Y, ahí está precisamente el problema: la ley de seguridad ciudadana no está dando la suficiente cobertura al Estado. Las sanciones no prosperan. La mayoría de jueces interpreta que sin desobediencia no hay delito.
Destacan sentencias como la de un juzgado de lo penal de Vitoria que absolvió a un hombre que se saltó el confinamiento cuatro veces, llegando incluso a pasar un mes en prisión provisional. Finalmente, el juez decidió que "el mero incumplimiento de las restricciones no implica y per se, (…) la desobediencia grave a la autoridad a pesar de ser reincidente". El hombre siempre obedeció a la Policía.
El estado de alarma puede establecer su propio régimen sancionador, pero el Gobierno ha decidido no hacerlo. Desde que entró en vigor por segunda vez el pasado 25 de octubre, se han generado ya más de 49 000 multas. Veremos si tienen o no recorrido.