Después de los actos en Sol por el 2 de mayo, esta campaña, repleta de tensión, insultos, debates reventados, y hasta balas en sobres, por fin se cierra esta tarde.
Así, se acaba la campaña y el martes, llega otra cita con las urnas en pandemia. Ya van cuatro, y dos de ellas -las de Cataluña y las de Madrid-, con estado de alarma.
Es el último día de una de las campañas más broncas y turbias que se recuerdan. Al boom de la convocatoria por sorpresa se sumó un vicepresidente candidato, Pablo Iglesias, ataques a sedes y amenazas de muerte a políticos.
La mayoría de las encuestas dan la victoria a Ayuso, puede que con permiso VOX.
En los cerca de mil colegios electorales hay mascarillas fpp2 para los miembros de la mesa y geles hidroalcohólicos. No habrá trajes de protección, como vimos por ejemplo en las elecciones catalanas, pero sí habrá franjas recomendadas: hasta las doce, los mayores. De siete a ocho, las personas contagiadas o con síntomas y en el medio, el resto de ciudadanos.
Los trabajadores pueden coger hasta 4 horas para votar. A algunos les costará encontrar el momento, porque será un día laborable en el que no hay colegio. Los que no se tendrán que desplazar son las cerca de 200.000 personas que han pedido votar por correo, un 42% más que en las últimas elecciones a la comunidad de madrid.