Para unos 150.000 estudiantes y sus familias este fin de semana es el de la liberación, porque acaban de terminar las pruebas de la selectividad, la Evau, Ebau, Pevau, etc. según la denominación de cada comunidad. Aún faltan unos 60.000 estudiantes que en esta se examinarán en Andalucía. Pero aún falta lo más importante: conocer las calificaciones que les determinará en qué universidad pública de cualquier punto de España podrán estudiar. Ya que lo que su puntuación en el examen es un 40% de su nota final de acceso. Sin embargo, pese a que cualquier estudiante pueden optar a cualquier universidad las pruebas de acceso en cada comunidad son diferentes. Para gran parte de la comunidad educativa y para la mayoría de los estudiantes lo consideran como una injusticia. De hecho, según la Encuesta Tendencias Universitarias 2021 el 84% de los estudiantes de bachillerato prefieren una prueba de selectividad única.
Este año, en Madrid, los alumnos se han quejado de las dificultades del examen de Matemáticas II, los de otras comunidades sobre la facilidad del examen de historia en Murcia. También están la polémica que se arrastra todos los años sobre el examen de castellano en Cataluña. De hecho, ha tenido que ser desde Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) la que ha ordenado a través de un auto de la pasada semana que los exámenes deben que estar disponibles en castellano. Pese a que algunos profesores señalan que ya se cumple ese criterio, desde la asamblea por la Escuela Bilingüe señalan que no es así y que solo se ofrece el examen en castellano si el alumno lo pide con lo cual queda señalado ante los demás y que incluso se marca como incidencia ese tipo de peticiones.
Aparte de esto, nos encontramos con diferencias en la obtención del título de bachiller, ya que algunas comunidades admiten que lo consiga aunque el alumno tenga suspensos siempre que la media de todas las asignaturas sea una aprobado. Pero como nos resume Sonia García desde ANPE, el sindicato mayoritario de los profesores de enseñanza pública, “aparte de las diferencias en la obtención del título, están las del temario, dificultad de examen, tasas, y fechas. De hecho, mientras que el examen extraordinario en la mayoría de las comunidades es en julio en otra es en septiembre con lo que tienen más tiempo para estudiar”. Las diferencias continúan también en cómo se puntúan las faltas de ortografía, etc.
La ministra de educación Isabel Celaá dijo en el 2019 que se crearían un grupo de trabajo con expertos de todas las áreas para estudiar esas diferencias dos años después, hemos preguntado por ello en el ministerio y nada nos dicen sobre si creó o no, sus conclusiones. Mucho nos tememos que no fue así a juzgar por la lacónica respuesta que recibimos del ministerio en el que se señala que el ministerio trabaja en la coordinación con otros administraciones como el ministerio de universidades, y consejerías de comunidades autónomas. Tampoco le suena nada a ANPE de la creación de ese grupo de trabajo para una mínima coordinación de la prueba. En cualquier caso, pese a que incluso ha habido movimientos estudiantiles recogiendo firmas a favor de una ebau única no parece posible. Ya lo ha aseguró Isabel Celáa en el senado el a principios de mayo no habrá prueba única de selectividad porque es “una respuesta simplona a un problema complejo”. La principal razón es porque eso puede invadir competencias autonómicas. Por otro lado, estudiantes que hemos entrevistado por varias autonomías coinciden en plantear entonces que el que quiera optar a las universidades de esa comunidad que haga el mismo examen. Es decir, si un canario quiere estudiar en Madrid que puede hacer en la universidad de la Laguna el examen de Madrid. También están los que prefieren que se hagan un examen distinto en materias optativas o de lenguas cooficiales pero común de las materias troncales como Matemáticas ¿O acaso se suma de forma diferente en Barcelona que en Vigo?