Algunas mascarilas se empiezan a recomendar más que antes a raíz de las nuevas variantes del coronavirus. Hay países, como Austria, o también regiones, como la de Baviera, en Alemania, que ya desde esta semana están obligando en algunos espacios a usar las mascarillas FFP2 en espacios cerrados como tiendas, supermercados o transporte público.
No obstante, es una medida preventiva. En España, por el momento, no se considera esa obligatoriedad, que por otro lado supondría un gasto considerable para las familias. En nuestro país, cada una de estas mascarillas cuesta una media en torno a los dos euros (no tiene el IVA reducido). Se recomiendan a sanitarios o personas en contacto con enfermos de coronavirus, pero el presidente del Gobierno es uno de los que la lleva.
Las FFP2 son más caras que las quirúrgicas y las higiénicas. Son "las más seguras", a pesar de que a algunos les pueda "agobiar". En noviembre, el Gobierno redujo el IVA de las mascarillas hasta el 4%, pero solo para las quirúrgicas. A las demás aún se les aplica un 21% de IVA. Sin este porcentaje, el precio bajaría considerablemente, aunque habría otro riesgo de reducción de stock.
En el resto de Europa, el IVA está reducido muy por debajo del 21% para las FFP2 -en Holanda incluso se ha eliminado-. También en Portugal se pueden comprar dos macarillas por un euro.
Los expertos solo la recomiendan en ambientes cerrados con poca ventilación en los que se vaya a permanecer durante un largo período de tiempo, aunque apuntan que no debería ser una obligación usarlas y en ese caso habría que añadir otras medidas.