El plan de vacunación continúa en España aunque los hay que se han dado mucha prisa en vacunarse sin que les tocara. La mayoría han sido políticos pero este fin de semana es noticia la dimisión del máximo mando operativo de las Fuerzas Armadas, el JEMAD Miguel Ángel Villaroya. El general mantiene que cumplió el protocolo del Ejecutivo y se va con al conciencia tranquila. Defensa guarda silencio y acepta su dimisión.
Un día después de la dimisión del responsable de las Fuerzas Armadas, nuevas pruebas revelan que el Estado Mayor siguió instrucciones del ministerio de Defensa. Margarita Robles dijo no saber cómo había ocurrido pero de su gabinete habría partido este documento que publica hoy el diario digital ‘Vozpópuli’.
En él se detallan como prioridades de vacunación a los efectivos en misiones en el exterior, personal sanitario militar y de unidades operativas, incluidos los altos mandos. También el jefe del Estado Mayor.
¿Entonces por qué la dimisión del JEMAD? Según el diario, el Estado Mayor recibió 300 dosis para la veintena de médicos con los que cuenta. Eso aceleró la inmunización y permitió que se llegara al tercer escalón, el de los altos mandos lo que generó malestar en el resto de las Fuerzas Armadas que todavía no han vacunado a todos sus médicos militares.
La primera dimisión de un JEMAD desde la creación del cargo en 1984 es el remate a una semana de escándalos con cargos públicos que se han saltado todos los protocolos para vacunarse. Falta de ética, de momento, con pocas consecuencias. De una treintena de casos, apenas cuatro han dimitido.
Uno de ellos el consejero de Salud de Murcia. En su puesto sigue, por ejemplo, el consejero de Sanidad de Ceuta. Sin embargo, hay quien pide castigar sin la segunda dosis a quienes han abusado de su cargo. Desde el Gobierno aseguran que negarles la nueva dosis sería caer en el error de cometer dos fallos seguidos.