Ucrania ha denunciado que Rusia está empleando armamento prohibido por la Convención de Ginebra, concretamente, se refieren a una bomba de alto poder destructivo: la bomba termobárica o de vacío.
Estas bombas consumen instantáneamente el oxígeno a su alrededor provocando una explosión solo superada por las armas nucleares.
Y es que la destrucción que causan los tanques y cazas rusos no es nada si el Kremlin decide utilizar todo su arsenal. Rusia es el país del mundo con mayor número de cabezas nucleares, más de 6.000, de las cuales 800 ya estarían preparadas.
‘Cuatro al día’ ha entrevistado en directo a Fernando Cocho, analista de inteligencia, que ha confirmado el uso de las bombas termobáricas por parte de Rusia: “Tenemos constancia de que ya habría utilizado hasta tres de estas bombas”.
El experto ha explicado el arsenal de guerra que posee Putin y las consecuencias que tendría su uso. Además, Fernando Cocho ha descartado una guerra nuclear: “Hay demasiado riesgo en el uso de armas nucleares. Sería una guerra impredecible, sería el último recurso, un recurso que implicaría la destrucción de ambas partes y de muchísimo territorio. Una bomba nuclear puede destruir, una pequeña, un territorio de entre 45 y 50 kilómetros, y puede afectar su radiación a unos 70, 75 kilómetros. La lluvia radiactiva puede durar una semana. Sería el recurso de eliminación de ambas partes, sería una guerra fratricida. Un elemento disuasorio pero cuya utilización no se contempla, es pura retórica”.