Que las aerolíneas se planteen pesar a los pasajeros antes de embarcar en el avión es una medida que, en principio, nos resulta como poco sorprendente. Pero en Estados Unidos se plantean llevarla a cabo en tan solo unos meses, según una publicación del “New York Post”. La Administración Aeronáutica Federal asegura que el motivo que es la importancia que tiene el peso de los pasajeros a la hora de ajustar los parámetros de vuelo.
Nos parece de lo más lógico que esta medida se aplique, tal y como se viene haciendo, al equipaje para que se cumplan los requisitos de peso que puede cargar el avión. Pero con los pasajeros se suponía más razonable hacer una estimación media del peso total de todos ellos. Y al parecer así era, lo que ocurre es que se ha demostrado el creciente sobrepeso de la población en determinados países, entre ellos Estados Unidos, y desde la Administración consideran que los cálculos que manejaban hasta la fecha están desfasados
La mala alimentación y el sedentarismo son los principales responsables del aumento del índice de obesidad, y ahora, además de plantearnos que esto supone un riesgo para cada persona de manera individual, el exceso de peso puede poner también en riesgo la seguridad de los tripulantes y pasajeros de un avión. Y es que este, para volar en óptimas condiciones, no puede superar un peso determinado.
La seguridad del avión es el principal motivo para revisar el peso de los pasajeros. Pero hay otro que les resulta de gran utilidad a las aerolíneas: el ahorro de combustible. Cuanto más peso tiene que soportar el avión, más combustible necesita. Si hay un cálculo previo del peso, también se puede calcular cuánto combustible se requiere. Esto podría resolverse, en principio, con un dato con el que ya cuentan, que es el número de pasajeros. Pero el número, sin saber cuánto pesa cada persona, parece no ofrecer datos del todo concluyentes.
Parece que, puestos a comprobar el peso total con el que va a cargar un avión, lo lógico seria que cada pasajero se pesara en el aeropuerto antes de embarcar. Pero compartir con otras personas el peso es algo que genera malestar e incomodidad para mucha gente. Para no provocar situaciones desagradables, las aerolíneas se plantean hacer encuestas aleatorias que, sumadas al resto de datos que tienen, como el peso del avión o del equipaje, les permitan calcular el peso medio.
La opción de incluir el peso en un formulario en el momento de reservar el vuelo podría ser muy eficaz, al tiempo que mantiene la privacidad de los pasajeros. Pero se presupone que no sería un método fiable, porque es muy posible que muchas personas no se muestren sinceras al tener que dar este dato. Por lo tanto, parece que conseguir una información que sea útil no resulta sencillo sin llegar a molestar u ofender a una gran parte de los pasajeros.