Las ONG, especialmente la Agencia de la ONU para los Refugiados, han alertado del peligro que mujeres y niños ucranianos que han huido de la guerra corren en su llegada a las fronteras.
Las mafias han aprovechado la situación para actuar y muchas mujeres están cayendo en manos de redes criminales con fines de explotación sexual. Lo mismo ocurre con los niños, igualmente víctimas de estas organizaciones.
Y no solo en las fronteras ucranianas. El periódico 'Levante' ha sacado a la luz un caso concreto ocurrido en Valencia, donde han intentado llevarse a dos ucranianas nada más llegar en tren a la ciudad haciéndose pasar por la Cruz Roja.
Nuestro compañero Alejandro Rodríguez, desde la frontera con Polonia, nos ha hecho llegar más información al respecto: "Un hombre, haciéndose pasar por voluntario de Cruz Roja, llamó a estas dos refugiadas ucranianas ofreciéndoles alojamiento. Cruz Roja advierte que ellos nunca llaman a nadie directamente, reciben in situ a los refugiados. Es decir, les estaban tendiendo una trampa".
Desde que se ha detectado la presencia de las mafias, se ha aumentado el control. Las autoridades están intensamente en alerta con el objetivo de evitar que haya quienes acaben sufriendo la trata de blancas o la explotación infantil.
Alejandro ha conseguida hablar con Kamneev Rai, portavoz de United Sikhs, quien ha contado incidentes de los que ha sido testigo: "Hay muchas personas peligrosas que están por aquí pidiendo documentación, llevándosela y hay un alto riesgo de trata de personas. Ha habido 300 secuestros y es un gran problema. Había dos hombres a los que detuvieron justo ahí porque estaban tratando de traficar con mujeres".
La noche es el momento más idóneo para captar posibles víctimas, ya que los criminales cuentan con dos grandes ventajas: el cansancio y desorientación de las mujeres, y la desesperación por encontrar una salida cuanto antes.