El jueves se vota en el Congreso la reforma laboral pactada por el Gobierno con los sindicatos mayoritarios y la patronal, pero ahora mismo no tiene garantizada la mayoría parlamentaria en parte por las reticencias de partidos soberanistas como ERC o el PNV. Precisamente, en País Vasco, ha habido protestas de los sindicatos que están en contra de esa reforma que intenta sacar adelante la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Los sindicatos más próximos a ERC y PNV se han manifestado en las tres ciudades del País Vasco que se mantienen en el no a la reforma laboral. Quieren que prevalezcan los convenios autonómicos y encarecer los despidos. Por ello, han anunciado más acciones la semana que viene.
Por su parte, la ministra de Trabajo no dice nada de las negociaciones a cuatro días de la reforma laboral. “Discreción. Estamos negociando y, desde luego, esperamos sacar adelante reforma que es absolutamente positiva para los trabajadores y trabajadoras de este país”, ha dicho sobre su reforma estrella, la primera pactada en 40 años entre patronal y sindicatos.
Precisamente, ese carácter histórico ha llevado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a pedir el apoyo al PP en todos sus mítines recientes: “Le vuelvo a exigir a un partico como el PP que vote a favor o se abstenga de este importante acuerdo entre trabajadores y empresarios”.
No obstante, la negociación con los grupos parlamentarios está siendo dura. Esta semana los socios de investidura, ERC y PNV se han posicionado en el no porque esta reforma no deroga la del PP. "Si no hay mejoras sustanciales, yo no puedo votar, no puedo avalar, esta reforma laboral", apuntaba Jordi Salvador, diputado de ERC.
Quieren gestos para cambios a futuro a los que Díaz no cierra la puerta: “Conozco sus reivindicaciones y estoy segura de que queda trabajo por hacer esta legislatura y habrá cambios normativos”.
El PSOE ha marcado una línea roja, “convalidar el decreto en los términos alcanzados en la mesa del dialogo social”, según señalaba el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez.
No quiere que la patronal se apee del acuerdo y la reforma no tenga futuro y Ciudadanos ha entrado en la ecuación. "Vamos a defender acuerdo entre sindicatos y patronal. Que no se toque ni una coma y no se ceda un milímetro al chantaje partidos separatistas", ha afirmado su presidenta, Inés Arrimadas.
Por tanto, hay dos alternativas para sacar la reforma: con Ciudadanos y grupos minoritarios como Coalición Canaria, Teruel Existe, Nueva Canarias... que dan una suma difícil o la reconquista de los grupos de la investidura que hoy parece complicada aunque los sindicatos están presionando a ERC.
Esta última es la única opción para el ala morada del Gobierno, a la que le preocupa que si no, el resto de legislatura dé un giro a la derecha. "Sería una mala noticia cambiar el rumbo y empezar a hacer geometría variable. Nos debilitaría", ha apuntado Jaume Asens, portavoz del grupo Unidas Podemos en el Congreso. Sobre esto, la ministra insiste en que “la relación con ERC es muy buena. Confío en la negociación. Saldrá adelante”.