En Ucrania siguen preparándose para una invasión rusa que algunos países como Estados Unidos dan por segura en febrero. Además, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha anuciado en las últimas horas el envío de tropas, no muchas, a los países limítrofes de la OTAN y en Europa del Este.
Biden tiene listos más de 8.500 soldados para desplegarlos -en Europa del Este y en los países de la OTAN- a corto plazo. Asegura que no pisarán suelo ucraniano. El mandatario estadounidense está convencido de que la invasión es inminente. De hecho, se ha atrevido a dar una fecha, finales de febrero.
Un hecho que se ha producido justo después de que su asesor militar haya pedido a Rusia que utilice la vía diplomática para solucionar este conflicto, porque una invasión sería "horrible" y causaría muchas bajas. Este lunes habrá una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a petición de Estados Unidos para que el Kremlin explique el por qué de ese extraordinario despliegue militar en la frontera de Ucrania y cuáles son realmente sus intenciones en este conflicto.
El escenario de ese posible conflicto bélico, con consecuencias imprevisibles, está en varios puntos de Ucrania. Si hablamos de la frontera, en el lado ruso hay unos 120.000 militares blindados, pero también se disponen ya a movilizarse los ucranianos con hasta un millón de reservistas.
En la localidad de Járkov, una de las posibles vías de entrada para las tropas rusas en el este de Ucrania, se preparan para todo. Durante las instrucciones militares realizadas por reservistas se pueden encontrar desde ingenieros y médicos hasta estudiantes y curas. Están aprendiendo nociones básicas de tiro, medicina y explosivos.
Aseguran que están listos y dicen que no permitirán que Rusia vuelva a hacerse con una parte de su país. Aunque están asustados por lo que pueda pasar, creen que controlarán la situación si luchan todos juntos y Occidente les apoya.
Kiev, capital de Ucrania, podría estar también entre los objetivos de esa hipotética ofensiva militar rusa. Allí también se preparan para lo peor mientras esperan más ayudas de la OTAN. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, teme también la desestabilización interna de su país.
En la capital ucraniana, durante las últimas semanas, incluso algunos países occidentales han evacuado a parte del personal de sus embajadas. Este es el tipo de cosas que molestan al presidente Volodímir Zelenski, quien ha vuelto a insistir en que "se pongan como se pongan en la Casa Blanca", "Ucrania no está ahora mismo en guerra".
Aunque la amenaza sigue ahí, el mandatario destaca que ya han estado en esta situación en el pasado con soldados rusos al otro lado de la frontera. Ahora mismo, lo que más teme el Gobierno ucraniano es precisamente que Rusia intente algún tipo de desestabilización. Moscú ha respondido que, en lo que a ellos les respecta, no van a atacar al país.
El Gobierno ucraniano, no obstante, ha abierto miles de búnkeres de la Guerra Fría. Ahora, irónicamente, servirían en caso de ataque ruso. "La gente se ha tomado muy en serio el riesgo de invasión", señala un joven. Con su exhibición de músculo militar por tierra y por mar, Vladímir Putin ha logrado ya un objetivo, intimidar.
¿Dará un nuevo paso Rusia? ¿Pasará de la disuasión a al ataque? El Pentágono asegura que sí y baraja tres opciones de invasión:
La tercera opción, la toma de Kiev, es poco realista. Rusia no solo se enfrentaría al Ejército ucraniano, sino que también se enfrentaría con los reservistas. "Estamos preparados para recibirle, pero le recomendamos que no venga", dice una mujer, en mensaje a Putin. Los soldados ucranianos incluso enseñan a los niños cómo reaccionar en caso de ataque.