No hay ya ninguna duda: el cuerpo encontrado en las cercanías de Traspinedo el sábado es el de Esther López, según ha confirmado la tarde del sábado la Autoridad Judicial. La autopsia debe ahora aportar más información clave para saber cómo y cuándo murió, si la mataron y si el cadáver, que no estaba ni enterrado ni escondido fue trasladado hasta el lugar donde lo ha encontrado un hombre que estaba paseando.
Sobre las 10:30 horas del sábado, a unos tres kilómetros de Traspinedo, donde vivía Esther, un paseante ha encontrado el cadáver de una mujer en la cuneta de una carretera a 200 metros del restaurante de La Maña. Pocas horas después del levantamiento del cadáver se ha confirmado que se trataba el cuerpo de Esther López.
Tras el hallazgo, la Guardia Civil acordonaba la zona y la científica comenzaba a trabajar en un lugar que ya se había inspeccionado antes en varias batidas, por lo que cobra fuerza la hipótesis que el cadáver fuera colocado allí hacía unas horas.
La lupa está puesta, hasta lo que se sabe, en tres vecinos: dos amigos de Esther con los pasó la tarde y noche del 12 de febrero, Carolo y Óscar, y un vecino, Ramón el Manitas, que incluso llegó a ser detenido. Se registró su casa y su coche, pero fue puesto en libertad. Este había dicho que vio a Esther días después de su desaparición, lo que le pareció extraño a la Guardia Civil. Y al principio, los agentes ubicaron la última señal del móvil de ella en su casa, pero después se comprobó que la señal se apagó en otra parte del pueblo, sobre las cinco y media de la madrugada, última interacción de Esther con su móvil hasta que se apagó.
Los amigos de ella, con los que iba en el coche, han incurrido en varias contradicciones, han omitido información y el último, Óscar, quien dijo dejarla sobre las dos y media cerca del restaurante, ha cambiado de versión en tres ocasiones. En una de ellas apunta a que Esther se bajó del coche para ir a casa del otro amigo, Carolo.
En cualquier caso, la autopsia revelará cómo murió Esther y arrojará más pistas sobre qué le pasó la madrugada del 13 de enero.