El último día de 2023 solo es un día más de muerte y destrucción en la Franja de Gaza. Los bombardeos israelíes continúan destrozando de norte a sur los 40 kilómetros de longitud de este territorio en el que dos millones de palestinos ya no saben donde esconderse. La mayoría lo hacen hacia el sur, pero Rafá tampoco escapa a los bombardeos.
Según el último balance del Ministerio de salud gazatí controlado por Hamás, el número de muertos asciende a los 21.800 y el de los heridos hasta los 56.400. La mayoría de estas víctimas son civiles inocentes como los gemelos Jisan y Amed que hoy no podrán celebrar su décimo cumpleaños. Su madre se lamenta que ya no les podrá hacer ni el pastel, ni los rollos de canela que les prometió para cuando terminase la guerra.
El hambre también se ceba con la población civil. Según Naciones Unidas el 40 por ciento de los gazatíes corre riesgo de hambruna a lo que se suma el aumento de las enfermedades infecciosas debido a las condiciones insalubres en los improvisados campamentos en los que se hacinan los civiles como los de Rafá al sur de la franja.
Mientras tanto, se intensifican los combates entre los terroristas de Hamás y los soldados israelíes, sobre todo hacia el sur donde Israel cree que se oculta el Jefe de Hamás en la Franja. La guerra entre Israel y Hamás cumple hoy 85 días. Tal y como anunció anoche el Primer Ministro Israelí durará muchos meses más.