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Las imágenes, advertimos, son de una gran dureza y muestran la crudeza de la situación que continúa viviéndose en el paso fronterizo de México a Estados Unidos a través de Río Bravo, donde recientemente varias personas han muerto en el intento de cruzar. Entre ellos un padre que se ahogaba ante el llanto desconsolado de su hijo, que sí logró salvarse tras ser testigo de todo.
La secuencia, desgarradora, muestra los instantes en que el fallecido lucha junto a otras dos personas por mantenerse a flote y salir del agua, atrapados en el fango, desesperados. Mientras desde la orilla se escuchan gritos de terror, solo uno de los tres logró sobrevivir en la enésima tragedia en la zona, donde hace poco era una madre la que rogaba, con su hijo de cuatro años en brazos, que le ayudasen las tropas fronterizas al ver cómo se agotaban sus fuerzas en medio del río.
Ella consiguió salvarse, pero muchos continúan pereciendo en el lugar mientras en la frontera estadounidense se endurecen las medidas.
El cruce de migrantes desde México a Estados Unidos continúa, pese a todo, imparable. Más de 10.000 al día lo han intentado durante las últimas semanas. La mayoría lo hacen a través de Texas, donde el gobernador, además de reforzar la frontera con concertinas, ha firmado esta semana una de las leyes contra la inmigración más duras de la historia de Estados Unidos.
Concretamente, esta última permite arrestar a los migrantes y meterlos en la cárcel si no aceptan regresar a México.
Pese a ello, estas medidas no parecen disuadir a los miles de migrantes que lo siguen intentando. Un 40% son familias y menores no acompañados. Muchos de ellos no lo consiguen, ya sea porque son devueltos o porque mueren en el intento, como le ocurrió a dos de los tres hombres que aparecen en la secuencia de este vídeo, un haitiano y un venezolano, este último el padre del niño que fue testigo del terrible suceso.
Sus casos no son aislados. Según Naciones Unidas este año más de medio millón de personas han intentado llegar a la frontera sur de Estados Unidos, el doble que el año pasado.
En esta situación, el presidente Joe Biden ha pedido a su homólogo mexicano que ponga freno a este incremento del flujo migratorio, mientras desde dentro del Sistema Fronterizo de Estados Unidos alertan de que la frontera está a punto de quebrarse.
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