Este domingo se celebra el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico. Cada año, 1,3 millones de personas fallecen como consecuencia de un siniestro vial en el mundo y más de 50 millones resultan heridas, muchas de ellas con secuelas permanentes.
En España el año pasado murieron 1.140 personas, de ellas el 55 por ciento dieron positio en alcohol o drogas. Las cifras han bajado mucho pero de media en estos últimos años hay al menos 1.000 víctimas mortales. La imprudencia al volante provoca el mayor número de muertes.
David Landazábal perdió a sus padres y a su hermano en dos accidentes de tráfico, y María Pilar Rosanes perdió a su hijo por la imprudencia de un conductor. Tanto Pilar como David piden que las víctimas puedan tener voz en los juicios y que las penas para infractores homicidas sean más duras.
Las penas asociadas a un delito de homicidio imprudente van desde uno hasta los cuatro años de prisión, aunque dependiendo de la gravedad del homicidio este puede acabar en 6 o incluso 9 años de prisión.
David pudo ser el cuarto en la familia que dejara su vida en el asfalto. Una imprudencia en la moto casi le mata: "Me gustaba correr, bebí, me piqué y choqué contra una farola". No fue hasta años después, tras varias infracciones al volante, cuando tuvo que acudir a recuperar puntos del carnet. Ahí, una charla de una víctima, le cambió la vida.. Ahora es él el que da charlas a los que quieren enmendar sus errores.
Cientos de personas se han reunido este domingo en la plaza vallisoletana de Portugalete para conmemorar el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico y para reclamar a las instituciones que sean más firmes y eleven las penas a los condenados por haber provocado estos siniestros, en muchos casos mortales.
Este acto ha estado organizado por la Fundación Ávatar de Ayuda al Acidentado, la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal AISLEME, la Plataforma Motera para la Seguridad Vial y la Asociación de Motoclues de Valladolid.
Asimismo, a este han asistido el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; la subdelegada del Gobierno en Valladolid, Alicia Villar; la coordinadora en Castilla y León de la Dirección General de Tráfico, Inmaculada Matías, y el vicepresidente de la Diputación de Valladolid, Víctor Alonso Monge.
Antes del comienzo del evento, la organización ha repartido entre los asistentes lazos y claveles naranjas para teñir la plaza vallisoletana de dicho color y bajo el lema 'volver con el corazón'.
En este marco, el acto ha comenzado recordando que este día nació en octubre del año 2005 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas invitó a los estados miembros y a la comunidad internacional a reconocer el tercer domingo de noviembre de cada año como Día Mundial en Recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico. Posteriormente, cuatro alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Valladolid Miguel Delibes han interpretado, de manera altruista, una pieza.
Así, Mari Paz González y Sira Pérez han sido las encargadas de leer el manifiesto, en el que se ha expuesto que es un evento para recordar a innumerables personas cuyas vidas han sido truncadas a causa de un siniestro vial. "Aquí hay que hablar de familias destrozadas, de vidas interrumpidas y de sueños rotos", ha continuado leyendo Sira Pérez.