La autoridad de Protección Civil de Islandia ha declarado el estado de emergencia tras una serie de terremotos que pueden presagiar una inminente erupción volcánica. Se han registrado "cambios significativos" en la acumulación de magma subterráneo cerca de la ciudad de Grindavik, hogar de casi 4.000 personas, según la Oficina Meteorológica (IMO). Los habitantes han sido ya evacuados.
Los temblores se cuentan por centenares en las últimas horas y ya son más de 20.000 en un mes. El túnel de magma que se ha formado en el interior de la tierra se acerca peligrosamente a la mencionada localidad, advierte el responsable de Protección Civil.
Los residentes abandonan sus casas por carreteras rotas tras el efecto de los seísmos. Bajo Grindavik, a tan sólo 50 kilómetros de la capital, Reikiavik, existe una red de cráteres de más de 2.000 años, señalan los geólogos. Los túneles de magma, que van en aumento, superan los 10 kilómetros.
Según un comunicado oficial, "en este momento, no se puede determinar con certeza si el magma alcanzará la superficie y dónde. Hay señales de que una cantidad considerable se está desplazando por el norte hacia Grindavik".
Apunta también que "la cantidad de magma involucrada es considerablemente mayor que la observada en intrusiones asociadas con erupciones del volcán". Aunque en Islandia hay alrededor de 130 volcanes, en la actualidad sólo unos 30 se encuentran activos.