Pedro Sánchez ha defendido en Málaga ante el congreso de los socialistas europeos la legitimidad del Gobierno que previsiblemente encabezara tras ser investido la semana que viene. Sin hacer mención alguna a los pactos con Carles Puigdemont, ni a las críticas que han despertado en la calle y en muy diversos colectivos, como el de los jueces, arremete contra la derecha y la ultraderecha en vísperas de las movilizaciones previstas en toda España por los populares.
El presidente del Gobierno en funciones ha vuelto a estar rodeado de protestas, pacíficas, a la entrada y salida del congreso que hoy clausuraba. Varios cientos de personas se han concentrado cerca del recinto, aunque el acto ha sido bastante menos multitudinario que el de ayer, cuando medio millar de personas protestaron frente al edificio donde estaba el presidente.
“Gobernaremos para todos los españoles y españolas cuatro años más con avances sociales en favor de la mayoría social con convivencia y con estabilidad institucional”, ha defendido durante el mismo.
“España solo puede ser gobernada si se reconoce el pluralismo político de su país y también su diversidad territorial”, ha dicho Sánchez, asegurando ser “la fuerza que puede acordar con todas las otras fuerzas políticas, salvo con una, que es Vox”.
“Tanto es así que el nuevo Gobierno va a salir previsiblemente adelante la próxima semana con el respaldo de 179 escaños de los 350 diputados y diputadas que conforman las Cortes Generales”, ha añadido.
Pedro Sánchez se ha dirigido al “Partido Popular, para pedirles cordura y mesura y para decirles que lo que deben hacer es aceptar el resultado de las urnas, la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto en España, y que tengan el arrojo necesario para decir no al abrazo del oso de la ultraderecha y que abandonen la senda reaccionaria por la que hoy avanzan hacia el abismo”.
Sánchez no ha mencionado la amnistía, pero sí lo hacen otros socialistas como Patxi López, defendiendo que es ·un paso coherente con todo lo que hemos ido haciendo·