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El cine a veces crea tendencias tanto estéticas como culturales. Tras el éxito de la película 'Barbie' protagonizada por Margot Robbie, a Estados Unidos ha llegado el furor por el llamado 'Barbie Botox'. Especialmente entre las veinteañeras, este retoque estético está experimentando un auge debido a su popularidad en las redes sociales.
El 'Barbie Botox' es la última obsesión estética en la red social TikTok. Un tratamiento que consiste en inyectar toxinas botulínicas en los músculos trapecios para conseguir así un cuello y hombros más estilizados.
El objetivo es parecerse a Barbie: la muñeca más famosa y perfecta de Mattel. El hastag #BarbieBotox tiene ya más de 12 millones de visualizaciones. Sobre todo, después de que famosas como Kim Kardashian hayan confesado sumarse a esta tendencia.
En las clínicas de estética estadounidenses, la demanda de 'Barbie Botox' se ha disparado entre las jóvenes de 20 años. Una de ellas es Dominique, una joven de 25 años a la que la inspiración le llegó a través de Instagram. Decidiéndose por hacerse este retoque, ella misma llamó a la clínica y le dieron cita para un tratamiento que se completa en menos de cinco minutos.
La doctora Lara le explica cómo sus trapecios se relajarán tras inyectar el bótox, ayudando a conseguir un mayor efecto de delgadez que durará cerca de tres meses.
El procedimiento no es nuevo. Hasta ahora se conocía como Traptox y se utilizaba para luchar contra las migrañas y el dolor de espalda. Su alta demanda para fines estéticos ha disparado el precio. A Dominique parecerse a la Barbie le va a costar 4.800 dólares.
Para los expertos lo más importante es que el tratamiento se realice con un profesional cualificado porque, aunque es cierto que el bótox se inyecta en la parte superior y más superficial de los trapecios, al fin y al cabo estos músculos son los que aguantan la cabeza. Por eso, varias sesiones podrían ser perjudiciales.
También preocupa que las jóvenes se obsesionen con una muñeca de proporciones inhumanas. Aquí los padres juegan un papel importante, recordando a sus hijas que el 'Barbilandia' es al fin y al cabo un mundo de muñecas.