Después de que Luis Rubiales, el poderoso presidente de la Real Federación Española de Fútbol, haya caído, surgen las críticas también en su círculo más estrecho. Entre ellas hay dos muy llamativas, las de los responsables de las selecciones absolutas masculina y femenina. Mientras tanto, Pedro Rocha toma las riendas de la RFEF.
A ambos técnicos se les vio el viernes levantarse en la asamblea para apoyar las palabras de su entonces jefe, y sólo después de la suspensión de la FIFA calificaron los hechos del pasado Mundial como inaceptables. Han mostrado su indignación pero no han presentado su renuncia, como sí han hecho las jugadoras.
Rubiales insistió en la sede de la RFEF, en Las Rozas (Madrid), en que no iba a dimitir. Unas palabras que provocaron los llamativos aplausos de sus fieles seguidores. Ahora, conocido el expediente disciplinario y la suspensión provisional de 90 días que le impone el máximo organismo del fútbol a nivel mundial, los palmeros le dan la espalda.
El primero, el seleccionador Luis de La Fuente. Después de su respaldo, un día después censuró sin paliativos lo ocurrido en Australia. El último, y quien ha esperado hasta una semana para pronunciarse tras el polémico beso del granadino a Jenni Hermoso, ha sido el seleccionador femenino, Jorge Vilda.
El viernes, con la promesa en directo de Rubiales para que continuase en el cargo, se levantó a aplaudir. Sin embargo, esa misma noche, cuando Rubiales ya estaba defenestrado, aseguraba en un comunicado que lo ocurrido era inaceptable y machista.
Vilda, además, había presenciado cómo la mayor parte de su cuerpo técnico, 11 mujeres, abandonaban el barco. Algunas habían sido antes obligadas a asistir al discurso de Rubiales en primera fila. Dos aplaudieron de manera tímida y otras dos no. Se trata de Sonia Bermúdez, Montse Tomé, Elena Fernández y Blanca Romero.
Un rechazo hacia el motrileño que también llega desde el mundo del deporte masculino. Aunque la respuesta de los futbolistas está lejos de ser tan unánime como en otros sectores de la sociedad, la postura oficial de la Federación es arremeter contra la afectada.
En un comunicado de este mismo sábado se acusaba a la delantera madrileña, la verdadera víctima de todo este escándalo, de entrar en contradicciones, de mentir y de haber sido "abducida" por el sindicato que la representa debido a oscuros intereses.
El escrito fue posteriormente borrado, en la que se considera una de las primeras decisiones del nuevo mandatario interino.