Al menos siete personas han muerto y 144 han resultado heridas en lo que Ucrania y Naciones Unidas han denunciado como un ataque ruso a una plaza pública de la ciudad ucraniana de Chernihiv, en el norte del país, según el último balance de víctimas publicado en el portal web de la Policía Nacional de Ucrania.
Entre las víctimas mortales hay menores de edad como Sofía, una niña de seis años. El ataque ha alcanzado la sede del teatro dramático de la localidad, que en ese momento acogía una exposición de drones.
En el momento del impacto había numerosos niños asistiendo a la exposición, cuya ubicación no se había anunciado hasta cuatro horas antes por motivos de seguridad, informó la prensa ucraniana. Ante la muerte de varios menores, el Defensor del Pueblo, Dimitri Lubinets, ha denunciado lo que supone "una grave violación del derecho internacional humanitario".
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se encuentra en estos momentos de visita oficial en Suecia, ha condenado el ataque a través de sus redes sociales y ha remarcado que estas acciones como estas muestran lo que supone "vivir al lado de un Estado terrorista".
"Un misil ruso impactó en el corazón de Chernihiv. Una plaza, una universidad y un teatro. Rusia convirtió un sábado cualquiera en un día de dolor y pérdida. Hay bajas. Mis condolencias a todos los que han perdido a un ser querido. Esto es contra lo que estamos uniendo al mundo entero", ha escrito el mandatario en su cuenta de X, antes Twitter.
"Insto al mundo a hacer frente al terrorismo ruso. Proporcionar a Ucrania herramientas adicionales para salvaguardar la vida. Para que la vida gane, Rusia debe perder esta guerra", ha enfatizado Zelenski.
El ataque sobre Chernihiv se suma a la serie de ofensivas nocturnas que ha estado lanzando Rusia sobre varias regiones ucranianas, entre ellas Járkov, Jmelnitski, Zhitómir, Jersón, o Sumi, habiendo dejado hasta ahora un muerto y decenas de heridos.
En su primera reacción al ataque, la coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, se ha declarado "extremadamente perturbada" por lo que definió como un acto "atroz" como es el de "atacar la plaza principal de una gran ciudad, por la mañana, mientras la gente sale a caminar o algunos van a la iglesia".
"Condeno este patrón repetido de ataques rusos en áreas pobladas de Ucrania, que causan muertes, destrucción masiva y necesidades humanitarias cada vez mayores", ha añadido en un comunicado.
"Los ataques dirigidos contra civiles o bienes de carácter civil están estrictamente prohibidos por el derecho internacional humanitario y deben parar", ha concluido.
Se han decretado tres días de luto por una de las ofensivas más sanguinarias contra civiles desde que comenzó esta guerra.