Los perros son los que más sufren los golpes de calor, y pueden provocar incluso su fallecimiento. En verano es preciso procurar más vigilancia y atenciones a nuestras mascotas y seguir algunos consejos para que pasen mejor estos días de altas temperaturas.
Logan no lleva bien el verano. Es un perro extremadamente cariñoso pero nos cuentan sus dueños que en estos días de tanto calor está algo más distante y le apetece menos jugar. Para que no sufra tanto esas temperaturas extremas procuran cepillarle más menudo, le ponen hielo en el agua o le dan duchas para refrescarle. Y sobretodo le sacan a pasear a primera y última hora del día, para evitar las horas más calurosas, y siempre por la sombra y evitando el asfalto caliente. En el parque buscan zonas con fuentes para que se moje a gusto.
A Venus no le hace gracia tanta agua. Esta gatita siamesa prefiere que le pasen un pañito húmedo por el lomo, entre otras atenciones, como ofrecerle golosinas elaboradas con hielo, ponerle más agua e incluso sus dueños le han comprado una manta con gel que se enfría en la nevera para tumbarse y sentirse así más fresquita.
Los veterinarios señalan en que estos días de altas temperaturas es importante vigilar más a nuestras mascotas. En hospital veterinario Mediterráneo nos cuentan que cada verano reciben entre 5 y 7 casos de golpes de calor, sobre todo de perros. Suelen ocurrir por negligencias de dueños que les dejan atados en zonas con sol, dentro de un coche o en patios con poca sombra.
Insisten los profesionales en que bastan cinco minutos de exposición a calor extremo para provocarles un problema de salud, especialmente a los de pelo largo.
Y atención también a animales más pequeños como cobayas, hurones o pájaros, sobre todo si están encerrados. Es preciso mantenerlos lejos de fuentes de calor y no se olviden que con estas temperaturas tórridas agradecen mucho los bañitos, al igual que nosotros.