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La campaña oficial acaba de empezar, pero ¿cuáles son las estrategias de los principales partidos? La izquierda persigue una remontada en la que cree cada vez más, poniendo el dedo en la llaga de los pactos con Vox, que ponen en cuestión la moderación que pregona Alberto Núñez Feijóo. Y el PP se esfuerza por evitar tropezones yendo con ventaja en las encuestas, y fortaleciendo la imagen de un líder que, a diferencia de Pedro Sánchez, consideran que es más es fiable y cercano.
Arranca una campaña marcada por el regreso del bipartidismo. “Si queremos cuatro años de avances o queremos este túnel del tiempo que representa Feijóo y Abascal”, decía Pedro Sánchez el jueves entrevistado en ‘Informativos Telecinco’ por Pedro Piqueras. “Si quieren un Gobierno sólido y derogar el sanchismo, insisto, la única papeleta válida es la del Partido Popular”, aseguraba el líder del PP un día antes en el mismo plató.
Con PSOE y PP otra vez por encima de los 250 diputados, según las encuestas, desde Ferraz plantean dos semanas con menos mítines y más televisiones y radios.
“Esto yo creo que se explica también porque un partido que sale tan debilitado de las elecciones del 28 de mayo, pues tiene que orientarse a ese tipo de canales más masivos para ser capaz de movilizar a su target electoral”, explica Manuel de la Fuente, politólogo en Harmon.
En precampaña han tirado de logros conseguidos. Ahora se trata de convertir el término despectivo de ‘sanchismo’ en un reclamo a favor. “Yo creo que ellos mismos se han dado cuenta de que si hubiesen tomado esta decisión un poquito antes les hubiese ido mejor”, señala el politólogo.
Desde que adelantó las Generales, Sánchez ha tomado en solitario las riendas de su campaña con Zapatero como inesperado paladín porque “tiene esa capacidad aglutinadora, no solo en el PSOE, no solo en Sumar, también en uno de los 15 partidos que forman Sumar, que es Podemos”.
La obsesión: ensanchar el PSOE a todo lo que dé a su izquierda agitando el miedo a la ultraderecha, bajo el riesgo de ahogar a un Sumar voluntarioso, con propuestas, pero falto de unidad.
“Yo creo que hace falta un acto de amor en esa candidatura y en ese espacio político ¿no?, que más allá de las divergencias pues haya alguna escenificación de unidad de cara a esta campaña y de cara al día 23”, indica Manuel de la Fuente.
Génova, para su candidato, a priori ganador, utiliza el perfil contrario. Se esfuerzan en convertir a Feijóo en alguien reconocible y confiable. “Hemos visto a un Feijóo hablando en clave muy personal, de tú a tú, ‘soy un señor de pueblo, de Galicia’. Es una buena idea que quizá yo no hubiera hecho en un vídeo de 10 minutos”, dice el experto.
Va a ser una campaña determinante donde Feijóo solo se enfrentará a un incómodo cara a cara televisado con Sánchez y en la que se quiere marcar distancias con la ultraderecha, aunque el contexto de pactos autonómicos no les beneficie.
"Hay algo que están haciendo bien, que es la llamada al voto útil", considera Manuel de la Fuente, un ejercicio que amenaza a Vox, que “puede salir de esta campaña de dos formas: mal o muy mal”.
Todas las encuestas coinciden en una caída de escaños del partido de Santiago Abascal, aunque puedan ser decisivos para una investidura de Feijóo.