Una niña de dos años ha fallecido y otras 22 personas han resultado heridas por el impacto esta pasada noche de un misil ruso contra una zona residencial de la ciudad ucraniana de Pidgorodne (en la región de Dnipropetrovsk, en el centro-este del país), según ha informado el servicio de prensa del Ministerio del Interior ucraniano.
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania ha estimado que el ataque fue efectuado por un sistema de misiles balístico Iskander, muy difícil de detectar por los sistemas de defensa aérea, que alcanzó de lleno un edificio residencial de dos pisos en esta ciudad, a 10 kilómetros del centro administrativo regional, Dnipró.
Los servicios de rescate han sacado con vida de entre los escombros a tres hombres y una mujer, que se encuentran ahora mismo hospitalizados y con pronóstico reservado. Entre el resto de heridos hay cinco niños, según informa el Ministerio del Interior ucraniano en su mensaje, publicado en su cuenta de Telegram.
El ataque ruso también ha causado daños en una decena de viviendas, un negocio y una tubería de gas, así como en un cuartel de bomberos cercano.
Los bomberos, ha añadido el Ministerio, tienen prácticamente controlados los incendios provocados por el ataque mientras que las fuerzas de seguridad ucranianas ya están documentando lo ocurrido como "un crimen de guerra".