El incendio declarado en la comarca cacereña de Las Hurdes, y que se ha extendido a la Sierra de Gata, continúa en nivel 2 de peligrosidad y avanzando sin control. En la zona siguen incorporándose más brigadas a las labores de extinción. Allí trabajan 19 medios aéreos, 24 unidades de tierra y 10 maquinarias pesadas.
Los trabajos se centran en el municipio de Ovejuela, "de difícil acceso" debido a la complejidad del terreno, siendo éste muy escarpado, "y a la gran cantidad de combustible", subrayan desde la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura. Al margen de esa zona, el resto del perímetro "evoluciona de manera favorable, a expensas de las lógicas reproducciones".
El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha mostrado su "profundo agradecimiento y admiración" a todos los profesionales "que están haciendo posible la inmensa lucha contra este duro incendio". "Mis respetos por ellos, por su arrojo, valentía y riesgo; hay mucha gente que se está jugando el pellejo en favor de todos nosotros", ha subrayado.
En concreto, más de 600 efectivos de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Andalucía y Portugal trabajan en la extinción de este incendio que ha arrasado más de 8.500 hectáreas, según las últimas cifras oficiales. También se ha establecido un dispositivo para poder dar de comer a los animales que están en granjas afectadas por las llamas.
Pese a que las condiciones meteorológicas son más positivas actualmente, el jefe del Ejecutivo regional ha pedido "prudencia", porque "el incendio está activo y no hay espacio para la complacencia", y ha insistido en que "hay muchos medios y magníficos profesionales trabajando". Además, Fernández Vara ha recalcado la virulencia de este fuego por las fuertes rachas de viento que lo han propagado rápidamente.
El mandatario autonómico ha vuelto a solicitar a la ciudadanía que "cualquiera que tenga la más mínima sospecha, que lo diga", en relación al autor o autores de este incendio "intencionado".
Cabe recordar que más de 500 vecinos de las cuatro poblaciones desalojadas (Ovejuela, Cadalso, Robledillo y Descargamaría) se han visto obligados a pasar la noche fuera de sus casas.