Queda menos de una semana de la coronación del rey Carlos III de Inglaterra y ya está todo listo para una ceremonia que se vivió por última vez hace ya 70 años. Hay rituales que datan del año 1066 y que la mayoría de los británicos nunca ha visto.
“Está todo listo aquí, la grada levantada delante de palacio, las calles valladas, la seguridad máxima. Esta semana ha llegado a Londres la piedra sagrada sobre la que va a ser coronado Carlos III, cedida por Escocia. Es la piedra sobre la que fueron coronados todos los reyes escoceses desde el siglo V, luego los ingleses y británicos”, ha detallado Daniel Postico desde Londres para ‘Cuatro al día’.
“La ceremonia estará llena de rituales milenarios como este, pero Carlos III ha querido que sea más inclusiva y moderna. Por primera vez, habrá mujeres obispo y también líderes de otras religiones. En los últimos días se ha puesto de moda colocar unas figuras de Carlos III y Camila de ganchillo sobre los bolardos de las calles, muestra de la devoción que sienten los británicos por su monarquía”, ha añadido.
También se preparan las tiendas para vender los recuerdos de este día histórico. En uno de los talleres de vajilla más prestigiosos de Londres fabrican los utensilios de la coronación y los recuerdos.
Muchos británicos como Margaret Tyler viven con fervor este día. Ella se confiesa fan de la familia real y el día de la coronación se quedará en su casa, completamente decorada para la ocasión. "Estoy deseando ponerme cómoda aquí y tomar el té y comer un sándwich de vez en cuando", dice.
70 años después de la solemnidad y el derroche que pusieron en el trono de Isabel II, los británicos se aprietan ahora el cinturón: será una ceremonia más corta, con menos invitados y más barata. Con un país a las puertas de la recesión y con un rey que pierde apoyos, sobre todo, entre los jóvenes. Solo el 32 por ciento le respalda, según una reciente encuesta de la BBC. De los 8200 invitados de la entonces reina a los 2000 del nuevo rey. Y, pese a intentar ser comedidos, los ingleses van a gastar más de 140 millones de euros en coronar a sus nuevos monarcas.
El sábado 6 de mayo, Carlos III será reconocido, proclamado, ungido y coronado. Después, Camila, que dejará de ser consorte para convertirse en reina. Lo hará sobre la piedra del destino, que ya ha salido del Castillo de Edimburgo. Esta roca, de 150 kilos, histórico trono de reyes escoceses, se colocará bajo el sillón bajo la Abadía de Westminster, donde Carlos III será coronado ante representantes de las monarquías europeas, líderes políticos y miembros de la sociedad civil británica.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia ya han confirmado su asistencia. Harry, el díscolo duque de Sussex, viaja desde California sin Megan Markle, que se excusa por el cuidado de los hijos. Jill Biden representará a su marido Joe.
Tras la coronación, habrá más de 2 kilómetros de desfile en el carruaje dorado de los reyes. La reina Isabel II sacrificó la tradición por la comodidad, pero ahora a esa carroza se suma otra con amortiguadores y hasta calefacción y aire acondicionado, la más nueva en el palacio de Buckingham.
También diferente es una quiché vegetariana, de espinacas, habas y estragón. Será por deseo de Carlos III el plato oficial de su llegada al trono.
Lo demás, muy tradicional todo: el servicio más impecable de los hoteles más lujosos de Londres y los típicos autobuses de dos plantas convertidos en salones de té. Tres días de celebraciones, con concierto incluido, para desear larga vida al rey.