El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado este fin de semana un acuerdo para el despliegue de armas nucleares tácticas rusas, es decir, de corto alcance, en territorio de Bielorrusia en respuesta al anuncio británico del suministro de munición de uranio empobrecido a Ucrania.
El líder ruso ha explicado que la construcción de las instalaciones para el almacenaje de dicho armamento, que seguirá bajo control ruso, estará terminada el próximo 1 de julio. Bielorrusia cuenta ya desde hace meses con misiles tácticos Iskander con capacidad de portar ojivas nucleares.
El mandatario ruso ha desmentido este domingo una posible alianza militar con China en la guerra de Ucrania y ha asegurado que sus relaciones en este ámbito con Pekín se circunscriben únicamente a la cooperación general.
De este modo, ha salido al paso de los rumores que apuntaban a una probable vinculación militar específicamente dirigida a la guerra de Ucrania entre ambos países tras la visita a Moscú de su homólogo chino, Xi Jinping.
Sin embargo, Putin ha culpado a Estados Unidos de llevar a cabo un plan para "globalizar" sus alianzas en una coalición internacional más allá de la OTAN contra los intereses rusos, al más puro estilo de las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, en relación al Reich alemán de Hitler, Italia y Japón.
Desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, ha reiterado que no tiene ninguna información de la Inteligencia del país que indique que el Kremlin esté preparando un arma nuclear.
Por otra parte, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksii Danilov, ha acusado a Putin de haber convertido a Minsk en su "rehén nuclear". El asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak, se ha limitado a describir dicho anuncio como una táctica de intimidación que demuestra, a su juicio, la debilidad rusa en Ucrania. "Putin es demasiado predecible", ha subrayado Podoliak.
Después de 395 días desde que, el 24 de febrero de 2022, comenzara la invasión, el frente de batalla en Bajmut, en la región de Donetsk, parece haberse estancado. Según la Inteligencia británica, debido al desgaste de las tropas en ambos bandos. En palabras del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, porque no les quedan armas para contraatacar.
"No hay forma de empezar ahora mismo una contraofensiva. Sin tanques ni artillería, no hay manera de enviar al frente a valientes soldados", ha lamentado Zelenski en declaraciones al diario japonés 'Yomiuri Shimbun'. "La situación ahora mismo en el este no es buena. No tenemos munición", ha resaltado.
Donde sí se han recrudecido los ataques es en la ciudad de Avdiika y en el sector de Kremina-Svatove, donde las tropas del Kremlin han conseguido algunos avances y pretenden estabilizar su frente de combate.
Mientras tanto, los informes que reflejan la barbarie de las guerras continúan llegando. La ONU acusa tanto a rusos como a ucranianos de ejecuciones sumarias de prisioneros de guerra.