Entramos en una clase de lengua castellana en el centro ACCEM de Sigüenza, en Guadalajara. Atendiendo está Irina Kudriq, profesora de matemáticas en Ucrania, que asiste junto a su compatriota Roman Omelechenko y otros refugiados subsaharianos.
Roman es médico pero debido a una incapacidad no tuvo obligación de quedarse durante la invasión rusa a su país. Huyen de la guerra de Ucrania pero también hay otros muchos refugiados que escapan de sus respectivos países por guerras, por violencia cotidiana o también por la extrema pobreza que mata en silencio y sin disparos.
Todos ellos encuentran la paz en medio de la España vaciada. Ana Belén Sanz es la responsable del centro de acogida de ACCEM en Sigüenza, en Guadalajara, con plaza para 60 refugiados además de otras 30 para ayuda de inmigrantes. Sin embargo, ahora están haciendo un gran esfuerzo por dar cabida a los refugiados ucranianos y han ampliado el cobijo a 120 personas.
El centro empezó a trabajar en 1992 y gracias a la labor de todo su equipo muchos de los que acuden en busca de ayuda consiguen empezar una vida nueva. Como los refugiados e inmigrantes que trabajan en la pastelería Gustos de antes, cuya gerente Irene Gómez, nos señala lo importante que es esta mano de obra en localidades de la España “vaciada”.
De hecho, con una veintena de trabajadores hay seis nacionalidades. También es necesaria en varios restaurantes de la ciudad, como así nos confirma Miguel Soriano, dueño de La Tascona de la Cárcel en Sigüenza. Aquí trabaja de cocinera Halyna, era contable en Ucrania, y gracias al contrato indefinido de Miguel, ha podido comprarse una casa en Sigüenza con su marido. Salieron antes de la guerra y del cierre de frontera a los varones para venir a aquí y así poder vivir junto a sus dos hijos.
Europa ha acogido a casi cinco millones de ucranianos, de ellos 150.000 están en España. Además en nuestro país llegaron este año otros 50.000 refugiados más de otros países. Algunos de ellos llegan a Sigüenza que tiene unos 4.000 habitantes. Sigüenza es uno de los tres partidos judiciales de la provincia junto a Guadalajara y Molina de Aragón.
La población de España aumentó en 182.141 personas en la primera mitad de 2022 por lo que llegamos 47.615.034 habitantes a 1 de julio de 2022, el máximo de la serie histórica de la estadística de Cifras de Población. Sin embargo, ¿cómo es posible? Si el saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones) fue negativo en 75.409 personas.
Pues por la llegada de 258.547 personas (españoles retornados y mayoría de inmigrantes) muchos de ellos refugiados, y sin los cuales el tejido productivo de nuestro país se detendría. De hecho, así lo reconoce la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, “nosotros necesitamos personas para activar la comarca nos faltan trabajadores.
Además, gracias a sus niños las escuelas rurales también se reactivan”. Aproximadamente, un 20% de la población de Sigüenza es inmigrante. Junto con la comarca de Molina de Aragón, también en Guadalajara, con las zonas más despobladas de Europa. En puridad, como señala la investigadora Pilar Burillo sería Laponia pero por sus duras condiciones ambientales siempre ha tenido una bajísima densidad sin embargo en el caso de la serranía celtibérica la despoblación es un fenómeno que va empeorando cada día más.