El martes 18 de octubre comienza el juicio contra cuatro chicos por la presunta violación de Sergi, un menor con síndrome de Asperger. Los hechos habrían ocurrido hace cuatro años, cuando todos eran menores, en un centro religioso de Vallirana, en Barcelona.
El colegio intentó silenciarlo, según la familia de Sergi, pero el centro sostiene que activó todos los protocolos. No hay pruebas físicas de la supuesta violación porque el menor tardó en denunciarlo, pero los informes psicológicos aseguran que no tiene capacidad de fabulación.
Hace cuatro años, los padres de Sergi empezaron a notar que algo pasaba. El calvario de este menor con síndrome de Asperger había comenzado. En un principio, sus presuntos agresores empezaron a exigirle regalos. Sin embargo, estas exigencias pasaron a convertirse en insultos y, después, llegó la agresión sexual dentro del recinto del centro educativo.
Según Sergi, participaron once compañeros aunque solo cuatro de ellos se sentarán en el banquillo a partir del martes, acusados entre otros cargos de violación. "La pena que estamos pidiendo son cuatro años de régimen cerrado en internamiento", comenta la propia madre de la víctima.
El colegio rechaza hablar frente a las cámaras. No expulsó a ninguno de los menores, aunque asegura que activó todos protocolos en cuanto se enteró del supuesto acoso. La Fiscalía considera al centro responsable civil subsidiario por intentar silenciar los hechos.
Se trata de la palabra de Sergi contra la de los acusados. El menor tardó tres semanas en denunciar los hechos. Ya no se encontraron pruebas. La familia se aferra a los informes psicológicos. Prueban estrés postraumático e imposibilidad de fabulación por parte del menor que sigue en tratamiento.
Sergi no participará en el juicio. Su testimonio fue grabado en vídeo por sus padres hace tiempo cuando aún podía hablar de lo que ocurrió.