Este domingo, 24 de julio, se cumplen cinco meses de la guerra de Ucrania y Rusia, por supuesto, continúa bombardeando, sobre todo la región del Donbás, con la intención de anexionársela. En las últimas horas, el Ejército del Kremlin ha lanzado varios ataques y uno de ellos ha afectado a una escuela de Kostiantynivka.
Los vecinos de esta localidad, situada en la orilla del río Kryvyi Torets, se han despertado con las fuertes explosiones de cuatro misiles rusos, puesto que uno pudo ser interceptado. No hay constancia de víctimas mortales pero sí hay heridos debido a la onda expansiva del artefacto que ha alcanzado el centro educativo, ocasionando un gran cráter.
Este año, los alumnos de la región del Donbás no van a poder asistir a las clases por la crudeza que están desplegando los soldados de Vladimir Putin contra las escuelas y otras zonas residenciales.
Después de cinco meses de conflicto armado, Rusia se apresura a tomar los últimos bastiones ucranianos que difícilmente resisten en el Donbás, al este del país. En esta región, los bombardeos son constantes desde hace semanas, especialmente en Donetsk.
En dicha provincia, las zonas que todavía resisten a los rusos parecen ciudades fantasmas. Por el día, las calles se muestran desiertas y de noche, como ocurrió ayer, la mortífera lluvia de bombas incendiarias aterroriza a la población.
Antes de que comenzara la guerra el pasado 24 de febrero, en Donetsk vivían 1,6 millones de personas. Hoy apenas quedan 350.000 habitantes. Y de estos, la mitad, esperan al invasor ruso con los brazos abiertos. Las ucranianos civiles fallecidos durante estos meses superan los 5.000.
Moscú espera controlar todo el Donbás antes del próximo otoño, pero antes debe consolidar sus posiciones en el sur del país, donde ciudades como Jersón, bajo control ruso, están siendo atacadas por el Ejército ucraniano.
Mientras tanto, todas las miradas siguen puestas en el acuerdo para desbloquear los 22 millones de toneladas de grano ucraniano. Un pacto que este sábado ya se vio amenazado tras el ataque ruso al puerto de Odesa, uno de los tres puertos designados para comercializar el cereal.
Turquía vigilará para que se cumpla el acuerdo que Moscú y Kiev firmaron este pasado viernes en Estambul. Y por ello, ha informado este domingo, de que comprará el cereal ucraniano a un precio más barato gracias a su papel mediador.