Más de 6,5 millones de andaluces podrán votar el 19 de junio el futuro Gobierno de su comunidad. De esto, puede surgir una nueva fotografía política en Andalucía con lecturas inevitables en clave nacional de cara a las próximas citas electorales de 2023. Los seis principales candidatos cerraron el viernes la campaña y este sábado es día de reflexión.
Aunque la mayor parte de los candidatos cerraron el viernes campaña en Sevilla, el sábado han optado por volver a sus lugares de origen, para pasar este día acompañados por sus familiares y amigos tras una campaña y precampaña intensas en la que tanto los candidatos como los líderes nacionales han recorrido miles de kilómetros pidiendo el voto.
Algunos se han dejado ver dando un paseo, otros según han anunciado en redes sociales se han pasado la jornada en casa. En cualquier caso, todo está preparado ya en Andalucía para que los colegios electorales abran a las nueve de la mañana.
“Bueno yo lo que espero es que haya mucha participación. Espero que la participación sea superior a la que tuvimos hace cuatro años y espero sobre todo que a pesar de este intenso calor que estamos padeciendo, los ciudadanos sean conscientes de lo mucho que nos jugamos mañana”, ha recordado Juan Manuel Moreno, candidato del PP.
La participación es una de las cosas que temen en las filas populares, que muchos de sus potenciales votantes no acudan a las urnas. Está en juego no solo una victoria eventual del PP, sino que puedan o no gobernar sin Vox, como quiere a toda costa el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. “Pro favor, voten antes de irse a la playa”, ha insisto Moreno.
Pero, ¿a quién perjudicaría más una menor participación? “Normalmente las elecciones poco competidas suelen ser elecciones de continuidad y si la participación no es muy alta significará que una gran cantidad de andaluces han entendido que o bien el gobierno de Moreno Bonilla ya les conviene o bien en su defecto que no habría nada en juego y que la izquierda no les ha motivado para finalmente acercarse a las urnas, responde Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.
La participación no es la única pesadilla de Moreno. Macarena Olona, candidata de Vox a la Junta de Andalucía, ya le advirtió: “Si tan solo necesita una abstención de Vox para ser presidente, no lo va a ser si Vox no está dentro del Gobierno”.
Andalucía fue en 2018 la primera comunidad en vivir la irrupción de Vox, ¿será también la primera en fijar un cordón sanitario a la ultraderecha ahora que puede entrar en el Gobierno? “Este debate se podría haber planteado en 2018 o 2019. Sin embargo, en ese contexto el PP sí pudo llegar a acuerdos parlamentarios con Vox para gobernar”, apunta Simón.
“Si al partido socialista le molesta tanto Vox, que lo acredite”, reclama Feijóo. Pero no cala en las izquierdas andaluzas. “El PSOE no va a ser el tonto útil del señor Moreno Bonilla”, advierte Juan Espadas, candidato del PSOE a la Junta de Andalucía. “Que no cuente con Por Andalucía para seguir gobernando, porque está haciéndole mucho daño a nuestra gente”, apostilla Inmaculada Nieto, candidata de Por Andalucía. Temen dar un cheque en blanco al PP y que acabe pactando igualmente presupuestos y leyes con Vox.
Tampoco les beneficia estratégicamente. “Es preferible para ellos el que entre en Gobierno con coalición con Vox, por lo tanto entren en tensión estos dos partidos a la hora de gobernar y también se visibilice como que el PP está más a la derecha”, explica Simón.
En este sentido, añade que el mismo cálculo podría llevar a Moreno a una repetición electoral: “Y eso a su vez viene muy condicionado por la narrativa, lo que llamamos el ‘blame game’, el juego de la culpa, quién sería responsable de ir a unos nuevos comicios, lo serías tú, lo sería yo y cómo reaccionaría el votante”.
Un PP, ahora el de Feijóo, que sigue la misma senda trazada por Casado: ir arrinconando al PSOE hasta alcanzar la Moncloa. En menos de un año llegan las municipales y autonómicas y ya hay señales de cambio de ciclo.
“Esto termine de apuntalar el hecho de que se está produciendo un cambio de ciclo, un giro hacia la derecha del electorado español y que por tanto Feijóo puede ir a un contexto más favorable para ganar las elecciones”, destaca el politólogo.