Madrugon en pleno fin de semana de Reyes. Ocho de la mañana, todos ya en sus puestos, vacaciones de Navidad interrumpidas para la prensa y la Policía. En los bares de la zona también ha tocado este sábado abrir mucho antes. Con más humor se lo toman empleados de congreso como Emilio, todo sea por la causa. Una investidura en plenas vacaciones, permite a los turistas curiosear.
Pedro Sánchez, el candidato, llega antes de las ocho y media. Gesto relajado a pesar de la tormenta desatada en Cataluña. Esa es la tónica, sonrisas por parte del gobierno y sus socios, mucho más seria la oposición
tercera investidura para Pedro Sánchez, las cuentas ajustadísimas y la misma pregunta en el aire.
Gabriel Rufian despeja dudas, ERC mantendrá su abstención. En el hemiciclo, ambiente tenso, abucheos para el abogado de Puigdemont que reivindica el derecho de autodeterminación al tomar posesión como diputado. Nueve y ocho minutos, Pedro Sánchez toma la palabra. En pie y aplaudiendo, su grupo parlamentario y el de sus socios de Gobierno, así empieza la investidura que traerá un gobierno después de Reyes.